Capitulo 4; La lista

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Agradecía el que los chicos estuvieran en la cocina discutiendo por el desayuno para poder disfrutar de un poco de tiempo para ella.  Se ducho con tranquilidad y cuando estaba vistiéndose escucho una voz que conocía muy bien, pero que no debía estar allí

-¡¿Quién coño sois vosotros?! –El grito sonó en todo el piso

-¡¿Quién eres tu?! –Dilan fue quien respondió

-Mierda –Daniela salio corriendo del baño sin darse cuenta de que no había terminado de vestirse, solo llevaba su jersey y las braguitas.   Atravesó el pasillo hasta el salón y se paro ante el -¡¿Qué coño haces aquí?!

-¡¿Quiénes son estos?! –Nando miro a todos con desprecio

-¡¿Ya ti que te importa?! ¡Lárgate! –Daniela señalo la puerta

-¡Tengo que hablar contigo! –El la miro de arriba abajo

-¡Pues yo no tengo nada que hablar! –frunció el ceño -¡¿Cómo has entrado?!

-Guardo una copia de la llave –Tenia la llave en su mano

-¡¿Y tu quien coño te crees que eres para tener una llave de mi casa?! –Se la arrebato furiosa -¡Lárgate! ¡No quiero verte por aquí!

-Se que te despidieron de la casa de las tartas –El la miro a los ojos –Regresa al club

-Antes muerta –Daniela levanto la barbilla –Si ya has dicho lo que querías decir ahora vete de mi casa

-Necesitas trabajar, allí te pagan bien y se te da genial –Nando apretó la mandíbula

-¿No la has oído? –Cristian dio un paso hacia delante colocándose al lado de ella

-Ha dicho que te vayas –Dilan lo miro fijamente

-Yo le haría caso –Dexter se coloco tras el

-O te echaremos nosotros a patadas –Raúl sonrió fríamente

-¿Ahora necesitas guardaespaldas? –El miro a Daniela con una ceja levantada

-Tu eres quien va a necesitar guardaespaldas –Y dio un paso hacia el, le agarro del brazo y se lo doblo fuertemente llevándolo a su espalda

-¡Ah! ¡Joder! ¡Dani! –el gritaba mientras lo llevaba por la casa

-¡No me llames Dani! –Daniela le empujo fuera de la casa -¡Y no vuelvas por aquí!

Cerro la puerta de un portazo y se quedo mirándola fijamente, después se giro y vio todos mirándola

-¿Qué? –Entrecerró los ojos

-Podrías ir mas a menudo así por la casa –Dilan la miraba de arriba abajo

Un Juego PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora