XLVII (FINAL)

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Mi sueño se ve interrumpido por el tiemble de mi puerta.
Nos dirigimos a la puerta nerviosos,
son las 4 de la mañana y dos policías preguntan por mí. Mis nervios incrementan al ver a Óscar y a Natalia llorando.
Óscar se coloca a mi derecha y entonces me sueltan.
"El joven Marcos arroyo ha muerto en el accidente de coche..." Óscar tarta de sujetarme pero caigo como si me hubieran arrancado la vida, pero realmente eran lo que me habían hecho.
Los policías siguen hablando pero yo ya no escucho nada.
Solo imagino sus gritos, solo imagino cómo murió, solo y en el coche.
No siento nada, sólo un vacío.
Un vacío que se va llenando con dolor y angustia.
Comienzo a chillar y a gritar, mi voz a sido sustituida por una sola palabra:Matt.
Miro al final del pasillo y casi puedo ver su rostro mirándome, casi podía sentirlo, pero cuando pestañeo veo que lo que realmente hay, lo que hay y siempre habrá: nada.
Es un dolor tan terrible.
Es el dolor de ver con tus propios ojos como se derrumba tu mundo.
Cuando mi grito cesa, es como si algo en mi hubiera callado
Todo se ha acabado, ya no habrá tardes de juegos,
No habrá pañuelo para llorar.
No habrá conciencia.
No hay nada que me ate a este mundo.

Me subo a la repisa de mi ventana y miro la oscuridad, pero esta vez no siento su gélido aliento.
Esta vez veo su luz y sus cálidos brazos.
Ya no es la muerte lo que estoy sintiendo, es a él.
Pero...
Miro a Natalia y a Óscar y me alejo de su aliento y de sus cálidos brazos.
Me alejo de la muerte.
Me alejo como él siempre quiso, pero a la vez, me alejo del mundo.
Ahora sólo importan ellos.

Mi último veranoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum