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12:00 a.m

Me desperté de repente del profundo y pacífico sueño de una bofetada de Rick. Gemí de dolor, y escuché su odioso grito;

—Levántate, ¡tienes un cliente Camyl!

Suspiré y me levanté de un salto. Más me valía que nunca tardará en levantarme o hacerles caso.

Mi mente todavía se sentía sucia, y tenía unas notables mareos debido al Crack que había consumido horas antes con el jefe.

Sexo con el jefe a cambio de coca.

Era un trato justo.

Rick me llevó a la habitación donde las 'otras putas' me preparaban para el cliente. 'otras putas' significan las chicas que llevaban aquí mucho más tiempo, ellas te maquillaban y te vestían para la ocasión.

No era nada nuevo que hacer, me tocaba, yo le tocaba, me follaba, me daba el dinero y adiós. Ese proceso 4 veces por día por lo menos.

El único placer que me llevaba satisfactorio era el del crack o coca haciendo efecto en mí. Era el único momento del día donde me relajaba y me olvidaba de que era una prostituta.

Me reunieron con mis otras compañeras, con las únicas que hablaba y que mejor me llevaba era Carly y Anderson, puesto a que las otras eran unas antisociables, o no hablaban nuestro idioma.

—¿Has tenido suerte esta vez? —me preguntó Anderson, la llamábamos Anderson porque no le gustaba nada su nombre.

—Cuarenta años, un poco fofo, pero al menos parecía limpio. –respondí encogiéndome de hombros.

—A mí me ha tocado uno de 50 años, muy guarro, daba realmente asco verlo. —dijo Carla, sentándose a mi lado en la cama.

Me reí, lo único que nos quedaba aquí era la coca y el humor, porque dignidad no teníamos nada.

La puerta se volvió a abrir, y mi cuerpo ni se inmutó, estaba muy acostumbrada, me podía tocar a mí como a cualquiera.

—Camyl, el jefe quiere hablar contigo.

No quería hablar conmigo, quería follarme y luego darme crack.

Me levanté y fui hacia Rick, donde entre los pasillos, me llevó al despacho del jefe.

Abrí la puerta y allí estaba él, con su puro en la boca y los pies encima de la mesa. No era un viejo ni mucho menos, tenía alrededor de treinta y cinco años.

—¿Para que me querías?

—Tengo que decirte una cosa, siéntate. —me ordenó.

Cerré la puerta sin hacer mucho ruido y me senté en la silla de cuero vieja. Mucho dinero pero todo viejo.

—Mañana tienes un cliente particular, muy especial, te llevaremos a su casa a las 9:00 a.m y mandaré a otro coche a recogerte sobre las 11:00 p.m, ¿entendido?

—¿No se supone que los clientes vienen aquí? —pregunté un tanto extrañada.

Jamás había oído que nosotras saliéramos de aquí, estábamos completamente encerradas y si intentábamos escaparnos nos mataban o nos pegaban una paliza.

—Como ya he dicho, es un cliente muy especial que tienes que tratar especialmente bien, ¿okey?

Asentí y seguidamente, salí de la habitación con su permiso y con Rick.

¿Quién pagaría para sacar a una puta de este lugar y llevarla a su casa?

Está claro, que nadie.

Nota: ¡BUENO BUENO! Aquí tenéis el tan deseado y tardoso capítulo 😅 siento la demora, pero estoy de exámenes y me es muy difícil con paginar esto con mi vida.

¿Que les ha parecido el capítulo? ¡Comenten cualquier cosa!

Besos mis chicas, nos vemos en el siguiente 💋

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⏰ Last updated: Jul 31, 2017 ⏰

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