La mesa y la comida se volvió incluso más ruidosa cuando una batalla digna de la edad media con palillos chinos como espadas comenzó en la casa de los Matsuno.

Otra vez parecía que Osomatsu no había llegado a nada con las preguntas sutiles, sin embargo, el alivio que sintió Ichimatsu cuando el tema de conversación se desvió totalmente del asunto de su llegada tardía a casa fue algo que de cierta forma aterró a Osomatsu.

Algo estaba pasando, algo que parecía muchas cosas menos bueno.

Osomatsu repitió una rutina para no levantar sospechas, cada día, inventaba un pretexto, una salida o una instancia para pedirle a Ichimatsu que se fuera con él al llegar al termino de las clases

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Osomatsu repitió una rutina para no levantar sospechas, cada día, inventaba un pretexto, una salida o una instancia para pedirle a Ichimatsu que se fuera con él al llegar al termino de las clases. Sabía el día en que ocurriría, el día en que Ichimatsu no podría irse con él, pero empezó a hacer de sus salidas una rutina para que éste no sospechara de su intriga en ese específico día.

Ese mismo día que lo invitaría a un nuevo refugio de animales que se había instalado cerca de su vecindario.

E Ichimatsu se negaría, llegando tarde como cada jueves.

—¿Ehhhh? —casi gritó Osomatsu en el amplio portón de la salida de su preparatoria—. ¿Es una broma verdad? ¿Qué podría ser más importante que salir con tu increíble hermano mayor? ¿Acaso no quieres ver a los nuevos gatitos bebitos que trajeron este miércoles?

El menor bajó la mirada, nervioso, soltando una sonrisa torcida mientras se metía sus manos en su capucha morada debajo del uniforme, apretando con fuerza sus dedos dentro de sus bolsillos tratando de encontrar un pretexto cuando lo único que quería en esos instantes era poder seguía al primero de los Matsuno, incluso si éste lo llevara al fin del mundo o hasta el final de su vida.

—T-Tengo cosas que hacer Osomatsu, no seas infantil ni hagas un berrinche por esto... —susurró, su voz se trizó un poco, nerviosa y precipitada.

Algo en ese preciso instante también pareció quebrarse en Osomatsu.

—Puedo acompañarte, y luego podemos...

—¡No! ¡Dije que no, entiéndelo! —gritó fuerte y potente haciendo que varías miradas se posaran en ambos hermanos. Ichimatsu enseguida se encogió haciéndose más pequeño y apretando la quijada, sumamente asustado de ser notado.

De que aquello que quería ocultar se supiera. Porque Ichimatsu pensaba que de alguna manera, todo era su culpa.

—Ichimatsu, teníamos un horario, ¿No? —una voz resonó entre la distancia a unas cuantos metros de donde se encontraban los dos hijos de la familia Matsuno.

El menor no levantó la mirada enseguida. Los primeros ojos que se centraron en las figuras que llamaban a Ichimatsu fueros los de Osomatsu, fijos y penetrantes.

—¿Eh? —susurró Osomatsu haciéndose el desentendido, observando a un grupo de cuatro personas con el mismo uniforme que se usaba en su preparatoria. Seguramente, eran compañeros de la clase C a la que asistía Ichimatsu.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 01, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Rescatando su sonrisaWhere stories live. Discover now