2 | 4 Vanilla ice cream

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Una vez que la lluvia comenzó de nuevo, Zayn y Louis decidieron que era hora de ponerse en marcha. Louis ayudó a Harry a sentarse en el asiento trasero del coche, le puso el cinturón de seguridad y brincó al frente colocándose en su asiento de copiloto, mientras Zayn conducía.

Recogieron comida china para llevar en el camino de regreso a casa. Harry estuvo muy callado todo el viaje.

Louis y Zayn descargaron el vehículo y llevaron todo dentro antes de que Louis regresara al coche a por Harry, a ayudarlo a desabrocharse el cinturón de seguridad y a tirar de él hacia adentro. Harry siguió a Louis sin decir palabra. Zayn estaba colocando las rosas en el jarrón de cristal en el centro de la mesa de la cocina.

Louis llevó a Harry a su habitación, le hizo quitarse los zapatos y le dijo que se pusiera cómodo mientras preparaban todo para la cena. Harry obedeció, se quitó los calcetines antes de regresar al comedor. Se sentó a la mesa y contempló las flores durante un largo rato mientras esperaba a sus hombres.

Harry no podía pensar en ese estado.

Sus ojos estaban vidriosos y desenfocados, las manos juntas en su regazo, sus labios temblaban de vez en cuando y los últimos resquicios de realidad le resbalaban a través de las yemas de los dedos. Estaba tan perdido en ese sentimiento - que ellos le provocaban - que su mente lo consumía antes incluso de que pusieran las manos sobre su cuerpo.

Louis colocó dos platos, algunos cubiertos y la comida. Estaba hablando con Zayn acerca de algo, pero Harry no podía oírlo. Sentía su mente en blanco, algodón tapando sus oídos.

"Harry".

Salió de su trance cuando oyó la voz de su amante, volviéndose hacia él. Louis estaba sentado a la cabecera de la mesa y Zayn a su lado derecho.

"Ven aquí, cariño", dijo Louis con voz más profunda que de costumbre, pidiéndoselo con tanta delicadeza.

Harry obedeció, levantándose de la mesa y caminando hacia donde Louis estaba empujándose en su silla. "Siéntate, precioso", le dijo Louis, dando golpecitos en su propio regazo.

Harry tragó, sentándose de manera que sus propios pies todavía descansaban en el suelo. Louis deslizó las manos por sus costados, estabilizándolo.

"¿Tienes hambre?", preguntó, sabiendo perfectamente que no recibiría mucha respuesta de parte del menor. Harry solo parpadeó, mirando hacia abajo al plato de comida. "Está bien, cuidaré de ti", le dijo Louis besándole la nuca.

Harry cerró los ojos brevemente, mirando hacia arriba para captar la mirada suave que Zayn le estaba dando.

Ya sentía el calor en su vientre, pensando en lo que vendría.

Louis recogió un pedazo de brócoli y lo acercó a la boca de Harry. Harry separó los labios inmediatamente, aceptando su comida. Masticó lentamente, relajado contra el pecho de Louis mientras continuaba alimentándolo. Louis charló un poco con Zayn, le explicó acerca del tonto de la oficina que había mezclado su papeleo y le había estado escribiendo al móvil sobre su descuidado error pero completamente dejando fuera de la conversación algún tipo de disculpa. Harry comía en silencio, masticando cada bocado que Louis le ofrecía con gratitud. No hablaba, sólo escuchaba.

Pronto la cena había terminado y Zayn estaba de pie para limpiar la mesa. Mientras caminaba, se detuvo para acariciar la cara de Harry con la palma de su mano, le besó la nariz y le preguntó si quería un helado, a lo que obviamente dijo que sí.

En ese estado, Harry no notó la sonrisa que intercambiaban los hombres mayores.

Ya estaba en lo más profundo y dudaba que fuera a regresar pronto.

BALANCE. | Zourry [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora