La muerte del ángel [Editada]

La muerte del ángel

Se preguntarán ¿cómo es que un ángel pudo haber muerto?, pues bien, yo se los diré...murió de amor, pero esto no ocurrió de un día para otro sino que el cruel destino tenía esta jugarreta para nosotros, y bueno, así es como comenzó todo...

Ella era linda e inocente, amable, sincera y delicada, tenía el corazón roto pues un estúpido jugó con sus sentimientos, le dijo que la amaba pero sólo era una mentira para tenerla en su poder, yo siempre fui su amigo y el imbécil aquel se proclamaba como mi mejor amigo o algo así, éste sabía que ella me gustaba pero quería ser mejor que yo, así que la engatusó, la enamoró, la desfloró y la abandonó.

Sólo quería matar a ese maldito infeliz, ella había perdido el poco de autoestima que poseía, también había perdido su sonrisa y no quería salir de su casa, traté de sacarla de su  perdición pero no lograba sacarla de ella; seguramente si no hacía algo, seguro la perdería, pues ella ya no comía y casi ni dormía, sólo lloraba y penaba, así que un día fui a su casa y la arrastre hasta la ducha, ahí la metí en ella y abrí el grifo con el agua fría, ella seguía llorando de dolor y pena, no pude hacer otra cosa que besarla dejándola impactada, sólo así la hice callar mientras se llevaba las manos a la boca, sonreí altivamente, le quite las manos de la boca y la volví a besar mientras le quitaba ese horrendo abrigo que tanto odio, cuando me separé de ella le dije que ahora era mi novia y no aceptaría un no por respuesta, ella quedó muda y yo salí sonriente y triunfante esperándola a que saliera, paso un rato y ella no lo hacía así que toque la puerta del baño y le pregunte que porque no salía, me dijo que porque no llevó ropa seca y no se cambiaría conmigo ahí, me reí por tal afirmación pues adoro ese tartamudeo típico que tiene, le escogí ropa, traté de darle la más atrevida que tenía, seguro ropa que le compró su hermana, se la pase y esperé a que se cambiara pero como tardaba mucho abrí la puerta y aún vistiéndose la pille, se puso roja como un tomate y... yo amo los tomates, entonces la tome en mis brazos y volví a besarla para que supiera que hablaba en serio, pero como no traía camisa porque me la había mojado ella se desmayó, debo admitirlo eso fue tan gracioso.

Al despertarse le dije mi plan y le dejé en claro que era mi novia y no podía huir, ella entendió el mensaje y me la lleve de compras, claro después de tomar una camisa que le robe a Neji quien no estaba, al llegar de nuevo a su casa le dije lo que tenía que hacer, le di ánimos y subí su autoestima y aunque una semana después aún no quería salir de casa pues eran vacaciones y no había escuela, me la llevé al parque de diversiones, al acuario, al museo y todos aquellos lugares que el dobe de Naruto detestaba, sólo para que se olvidará de él, dándole besos ocasionales para que se hiciera a la idea de ser mi novia.

Un poco después tuve una idea, iríamos a la casa de campo de mis padres a pasar lo último de las vacaciones; al principio fue difícil conseguir el permiso de su padre y llevármela, pero cuando le dije que mi hermano mayor nos cuidaría no lo dudo, claro estaba que éste no iría realmente, pero me cubriría la espalda ya que yo lo cubriría  a él, pues se iría a Saporo con Kisame, Deidara, Nagato y Zetsu; bien, pues me lleve a mi novia a despejarse y le enseñe a ser más segura de sí misma, a amarse y a amar, transforme sus pensamientos y también le enseñe que el amor no tiene porque doler ni hacerte sentir mal, además que le enseñé a disfrutar la intimidad, pues no había tenido una bonita experiencia con aquel imbécil y me reprendí por dejarla a su merced, ella estaba asustada cuando llego a mis brazos y juré que me vengaría de aquel usurantakoshi, me dolía haberla visto tan destruida, pero al regresar a la escuela ella ya no sería la tonta a la que botó Naruto Uzumaki, no ya no, si no que  sería la novia de Sasuke Uchiha y ya que para mí era la mujer más bella y más valiosa, nadie la volvería a insultar, además... aquel día un ángel murió, ahora ella iba a resurgir, pero tal vez jamás volvería a ser mi amado ángel, aunque yo me encargaría de que fuese ahora una guerrera, nadie me la arrebatará de eso me encargaré y nadie la pisoteara de eso ya me encargué y ella se encargará, es fuerte y lo demostró al mostrarse tan viva en aquel salón de clases, vaya que me sorprendió, realmente esa es mi chica, estoy orgulloso de ella, pero, aún hay muchas cosas que hacer realmente, pues es sólo el principio y tal vez después de que terminé de moldearla ya jamás podrá ser un ángel, tal vez la haga mi demonio y mi debilidad, bueno eso ya lo es, y tengo mucho, mucho que enseñarle aún...

Bien, esa fue la historia de aquel ángel que murió por amor y por amor renació y en guerrera se convirtió y quien sabe, tal vez después consiga que resurja siendo un demonio, pues... Lucifer algún día fue un ángel ¿qué, no?.