– ¡Oye! –me tomaron por los brazos y me di cuenta que Clara estaba frente a mi – ¿No me estas escuchando?

– ¿Qué? –pregunte.

–Olvídalo, solo sigue repartiendo, Liam fue por mas botellas

Asentí y le seguí ayudando, a los pocos minutos James y Liam entraron a la cocina con dos cajas y las colocaron sobre la barra, estaba hablando sobre algo pero por el sonido de la música no pude oírlos, las luces de colores que estaban por toda la casa me mareaban pero tenía que estar concentrada y ser rápida, los chicos pasaron las botellas y yo las metía dentro del refrigerador, Clara y yo llenamos vasos frente a nosotras una y otra vez, cuando la gente se calmo, ella se sentó en la silla al igual que los dos chicos y yo me recargue en la barra mirando a todos bailar.

–Podrías darme una cerveza –escuche a mi espalda y me di la vuelta, Aaron estaba con una sonrisa detrás de mí, me beso en los labios y me atrajo hacia él, de nuevos besándome con pasión y ternura al mismo tiempo, cuando me aleje me beso la frente.

–Para ti, todo lo que quieras –le dije y tome una cerveza del refrigerador, la abrí y se la di.

Aaron bebió todo de un trago y la dejo a mi lado sobre la barra de la cocina, me tomo por la cintura y me sonrió.

–Estaba buscándote –dijo.

–Con Vanessa no ibas a encontrarme –le dije y mire a mi derecha, ella nos fulminaba con la mirada, sonreí al hecho de que ella le había ofrecido una cerveza y no la había aceptado.

–Ella fue hacia mí, le pregunte dónde estabas pero dijo que no sabía

Maldita.

–Pero te encontré –besó la punta de mi nariz. Luego se giro y vio a los chicos y a Clara – ¡Hey! Deja que los de primer año se encarguen –dijo Aaron sobre la música.

Ellos asintieron y cuatro chicos de primer año entraron y nos sustituyeron entregando cervezas más rápido que nosotros.

– ¿Que hacen ellos aquí? –le pregunte.

–Querían ir a una fiesta, les ofrecí una pero a cambio de ayuda, aceptaron y aquí están. ¿Ya tomaste algo? –preguntó.

Negué.

Uno de los chicos le paso una cerveza y él la abrió y me la dio.

–Bebe, te hará bien.

Asentí y la tome con las manos, la bebí y él beso mi frente mientras lo hacía, mi corazón se acelero y baje la botella, hice una mueca por el sabor amargo pero poco a poco me gustaba, bebimos y reímos todo el tiempo, los chicos, Clara y mi novio caminamos hacia la improvisada pista de baile y ellos hacían sus movimientos extraños pero divertidos, bailamos, reíamos y bebíamos, la noche se volvió perfecta pero cuando acabe mi cuarta cerveza, tenía que ir al baño y Aaron también, así que subimos las escaleras para ir al baño de la habitación de Liam, donde no había borrachos por todos lados, entre y baje mis pantalones, beber tanto no ayuda a mi riñón ¡diablos! me dolía la cabeza. Cuando termine y me limpie todo lo que tenía que limpiar, subí mis pantalones y los abroche, me acerque a pasos muy lentos al lavamanos y abrí el grifo y moje mis manos con agua y jabón, cuando termine las seque y abrí la puerta, Aaron se apresuro a entrar y estrellar su boca con la mía, me cargo por los muslos y me pego a la pared más cercana.

–Que... ¿Qué haces? –conseguí preguntar entre sus labios.

No respondió me siguió besando con pasión y luego sus besos bajaron a mi cuello, suspire y tome su cabello entre mis manos ¡Dios se sentía tan bien! Sus pulgares acariciaron mis muslos, sus manos subieron hasta mi trasero y lo apretó levemente, gimió cuando lo hizo y yo sonreí.

Mi Pequeño Ángel. [Libro 1]Where stories live. Discover now