La lluvia puede ser tan relajante. Aquí me encontraba, sentada leyendo un libro mientras escuchaba, y a veces observaba, la lluvia caer desde mi ventana. La casa estaba en total silencio. Chris se encontraba trabajando y María, la empleada de servicio, se encontraba en su casa con sus hijos ya que decidí dejarle el dia libre. Bueno tengo a mis pequeños conmigo, así que no me puedo quejar.
Acaricio mi vientre de 8 meses. Mientras pienso en lo poco que falta para poder conocer a mis pequeños. Mis dos pequeños amores. Mis desastrosos. Christian y yo todavía no hemos decidido en que nombres les daremos a los bebés pero no estamos en un apuro.
La semana pasada Chris se encargó de contratar a una diseñadora de interiores quién decoró el cuarto de mis pequeños. Las paredes fueron pintadas de un azul pastel claro y las ventanas fueron decoradas con cortinas rosa pastel mientras las camitas fueron colocadas, unidas, en el centro de la habitación. La cuna de mi pequeña fue decorada con sábanas rosadas mientras la cuna de mi pequeño fue decorada con sábanas azules.
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Ya todo estaba listo para la llegada de mis pequeños y yo no podría estar más feliz. Tengo la vida de mis sueños, con el hombre de mis sueños, pronto mi esposo, y mis pequeños que ya están a menos de un mes de llegada. Todo estaba justo como debería estar, perfecto. Los preparativos de nuestra boda, la cuál será en 5 meses, iban progresando y aunque todavía tenemos muchas cosas que arreglar y planear. Pero lo mejor de todo es que Chris estaba muy comprometido con los preparativos y ha contratado la mejor planeadora de bodas de la ciudad.
Aunque él ha estado muy ocupado manejando su empresa siempre esta al pendiente de mi y nuestros pequeños revoltosos. Para él mi felicidad es su mayor prioridad y debo de admitir que aveces pienso que todo esto, nuestra vida juntos, es un sueño. Él se ha encargado de cuidarme lo mejor que puede y prestarme la mayor atención posible aunque aveces su trabajo no se lo permite, pero no me molestar pues después de todo él es un hombre muy ocupado. Ahora tiene un nuevo asistente, Dominic. Christian no quiere que trabaje hasta que los bebés nazcan y además pienso seguir mi sueño el cual es empezar mi propia editorial de libros. Chris ya me aseguró que cuento con todo su apoyo lo cuál me brinda mucha seguridad.
Sonrió al pensar sobre todas las veces que ha consentido mis antojos y todas las veces que lidió con mis hormonas. Hablando de hormonas, han estado a flor de piel últimamente. Hace unos días le grité a Chris, por algo que ya ni siquiera puedo recordar, y después comencé a llorar sin razón alguna. Estar embarazada es una experiencia maravillosa, saber que tienes vida dentro de ti es algo increíble pero ya quiero que termine. Mis pies están hinchados y yo estoy tan inflada que parece que voy a explotar. Se que sueno un poco egoísta pero honestamente ya quiero conocer a mis pequeñitos. Quiero abrazarlos, cuidarlos y mimarlos. Se que no será un trabajo fácil los primeros meses, levantarse por las madrugadas y la falta de sueño van a ser muy duras pero se que al final todo valdrá la pena. Ser madre será una aventura total pero estoy feliz sabiendo que no estoy sola. Tengo a mi increíble familia y a mi adorable prometido nada podrá ir mal, ¿o me equivoco?
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Hello my precious readers!! ¡Estoy de vuelta! Se que han pasado décadas (sorry). Pero lo importante es que estoy de vuelta. Por cierto, la foto es de Lex mirando fuera de la ventana con su hermosa barriguita. Se que el capítulo es muy corto pero es porque lo escribí para saciar aunque sea un poco sus ganas de leer más. Trataré de que el próximo sea más largo. Los quiero muchísimo y sigan comentando sus opiniones, me encanta leer sus comentarios.
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