« Cada historia tiene un final, pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo »
Narra Paula, la chica embarazada:
"Me encontraba sin aliento, estaba cansada, pero no me importaba. Continuaba corriendo sin parar. Necesitaba ver a Justin. Se nublaba mi vista con las lágrimas que seguían mojando mis mejillas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué teníamos que irnos? Justo cuando había encontrado a la primera persona que sentía algo por mi. No quería pensar en estar lejos de Justin, no podía. Se suponía que estaríamos juntos para siempre, me lo había prometido, yo se lo había prometido y estaba por romper aquella promesa que hicimos de niños. Cuando me fui cuenta de que estaba cerca de su casa, tomé aire y corrí más rápido,y como una desesperada golpee la puerta que estaba frente a mi. ¿Por qué nadie abre la puerta? Tenía la boca abierta, me faltaba el aire. De pronto la puerta se abrió y Justin sonrió al verme, pero sólo por unos segundos, porque luego me abrazó. Mi cara estaba contra su pecho, mojando su chaqueta con mis lágrimas."
Justin: ¿Qué sucede? Por dios, no llores, me estás asustando.
