Deje de buscarte, deje de sentirte, deje que me dejaras. Lo deje porque tenía que buscarme, pero al encontrarme solo había una mitad de mi, de lo que solía ser yo. Estaba en llanto y sola. Buscando la otra mitad, me di cuenta de que no estaba perdida, estaba contigo (todo ese tiempo estuvo contigo). Se había ido con las promesas, sueños y todo lo que éramos, con nuestro amor. Con todo lo bueno que tenía para ambos. Así que me quede ahí -como no queriendo- a medias, marchita, olvidada; sin ti.