Capítulo 16: El planeta de los muertos

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El Doctor y yo nos encontramos caminando por las calles de Londres en la noche

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El Doctor y yo nos encontramos caminando por las calles de Londres en la noche. Él había insistido en salir para comprar chocolates en Pascua. También había dejado claro que quería usar el transporte público y dejar la TARDIS fuera de la mirada de los curiosos.

― ¿Por qué me tuve que casar con un hombre tan insistente? – me pregunto a mi misma.

― Porque así me amas, Finnigan – responde con una sonrisa.

― Creí que habíamos acordado que ya no me dijeras Finnigan. Después de que nos casamos, me puedes llamar Smith.

Los dos continuamos nuestro camino en silencio. Pasamos cerca de una calle que se encuentran acordonando el lugar y varios policías en calles aledañas. Los dos encogemos nuestros hombros porque no es algo de nuestro importante. Mi único interés es llegar a la TARDIS. Había sido un día muy caótico porque el Doctor me había llevado a todos los lugares que se le pudo ocurrir.

― Ese es nuestro transporte – señala hacia al autobús que se encuentra parado – ¡Allons-y!

Llegamos caminando a la parada, pero una chica llega corriendo con una mochila que se veía pesada. Ella está desesperada por salir huyendo. Ella parece que es perseguida porque voltea por un momento hacia atrás. Subimos después de ella y el Doctor pone su papel psíquico en el lector de tarjeta.

― Aquí vamos – susurro.

Saco mi papel psíquico para repetir la misma acción que el Doctor. Solo pienso en la tarjeta del transporte público con mucho dinero recargado. Pasa con éxito hacia el lugar donde el Doctor había apartado mi lugar. Me recargo en su hombro en lo que veo las calles pasar.

― ¡Que suerte! – dice animado –. Hoy a sido un buen día. Fue un buen viaje.

― Doctor, el viaje no acaba hasta que estemos en la TARDIS.

― Vamos, Lizzy. ¿Cuándo fue la última vez que celebraste algo por un día bueno?

― Desde el día que me enteré que se mi boda con el Amo – el Doctor empieza a mover sus dedos para hacer sus cuentas.

― Eso fue hace mucho tiempo.

― Lo es.

En los siguientes minutos, no quedamos en silencio porque no encontramos otra cosa por la cual hablar. Son de esos momentos que todo se encuentra bien y que nada malo puede pasar en la vida de una persona promedio de la Tierra.

Escucho la voz de mi esposo que trataba de entablar una conversación con una persona que se encuentra cerca de nosotros. Mi atención se encuentra en las calles de Londres que, extrañamente, se encuentran vacías provocando que frunza el ceño. Alzó mi mirada para percatarme que solo hay una persona que se encuentra comportándose de una manera extraña, que era la misma chica que había subido antes que nosotros. Ella se encuentra muy nerviosa. Un ruido hace que voltee para darme cuenta que el Doctor trae uno de sus instrumentos extraños provocando que suelte un suspiro de frustración al ver lo que estaba pasando.

Doctor Who (IV) : Searching Answers [Editado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora