CAPÍTULO 04 | ¿Qué es esto?

Start from the beginning
                                    

Por más que, de una u otra forma, piense lo mismo que él, le dedico una rápida y fugaz mirada cargada de fastidio.

Bradley, de alguna forma, se mueve hasta que puede vernos, alzando sus ojos. Está temblando y llora, consigue asustarme y también, lo que en parte agradezco, borra la sonrisa en la cara de Freddie. Parece tan... asustada, aterrada, y su mirada parece transmitir justamente eso, parece mostrar todo lo que ella está sintiendo y no sabe cómo explicar.

Heather vuelve a insistir con ella.

—¿A qué te refieres, Bradley?—le pregunta.

—No creo que vaya a responder—las interrumpo, viendo cómo Bradley cierra los ojos con fuerza.

La pelinegra pasa de mí, aunque termina por incorporarse y, en el acto, incorpora también a Bradley. Esta se tambalea, y parece querer volver a tirarse, pero no lo hace. Otro grito se puede escuchar, esta vez de la única habitación que sigue cerrada. Heather se acerca a ella justo cuando se abre y la otra chica, de cabello negro, se abre paso. Esta también llora y está temblando, se ve aterrada, muy aterrada. Las tres intercambian una mirada y, finalmente, Heather decide hacer algo: primero toma a Bradley del brazo y luego a la otra tía, y la arrastra hasta que salen de la casa, empujándonos. Sólo entonces nos encara a todos.

—Escuchadme bien—nos espeta—, porque eso va a ser así, ¿vale? Muchas cosas van a ocurrir a partir de ahora, vais a ver imágenes que os van a sacar de quicio o vais a querer morir, pero esto no se trata de escapar, ¿podéis entender eso? No es sobre correr o romper una puta puerta—dicho esto, le echa una mirada especial a Bradley antes de resoplar—. Es sobre enfrentarlo. 00:00 es sobre lastimarte y sobrevivir. Ahora ustedes, todos nosotros, somos jugadores. Y estamos aquí para esto, para...

Bradley la interrumpe, dando un paso hacia ella. Se encogió de hombros y ahora no se ve aterrada sino enfadada.

—Escapar, ¿verdad?—dice—. Porque es eso lo que yo pienso hacer.

—No—protesta Heather con condescendencia—. Joder, no. Estás loca. ¿Siquiera prestaste atención a lo que acabo de decir? No hay forma de escapar.

—Ya lo veremos—bufa la rubia.

Bradley intenta girarse e irse, entrando a la casa. Heather no se lo impide, sin embargo, agrega:

—Eres bastante estúpida si crees que podrás hacerlo.

Eso la detiene.

Freddie vuelve a sonreír.

—Uuh—susurra—, golpe bajo.

—Joder, cállate, Freddie—le espeto en otro susurro, hartándome.

Bradley se gira sobre sus talones y vuelve a acercarse a Heather.

—No soy estúpida, soy lo suficientemente inteligente como para saber que todo esto huele más bien a mierda que no tengo por qué soportar. Maldita sea, ¿quién cree que es ese viejo gordo como para encerrarnos? Ni siquiera está cerca, ni siquiera puede impedirme ahora mismo que vaya y me cargue su puta puerta—musita con notable furia, enfatizando cada palabra—. Voy a escapar de aquí. Esto es sólo un juego para tontos, y yo no pienso serlo también.

Heather, contra todo pronóstico, esboza la sombra de una sonrisa.

—Suerte con eso.

Con atención, los demás permanecemos en silencio mientras ambas se echan una última mirada y luego, con cierta resignación, Bradley retrocede para volver a entrar a la casa, nadie la sigue. Los segundos que le siguen están cargados de tensión pero no son incómodos, aunque me dan lugar a pensar. Vaya, esa chica me cae bastante bien. De cierta forma tiene un poco de razón. ¿Por qué tenemos que soportar esta mierda? Sí, aceptamos venir hasta aquí, lo que significa que no fue en contra de nuestra voluntad, pero nadie lo hizo sabiendo qué significa de verdad. Ahora que lo sabemos, ahora que ya no lo queremos, ¿podemos cambiar algo?

PerfidiaWhere stories live. Discover now