Capitulo 3: Celos

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Mis papás aun no sabían de mi relación con Bruno, nuestro único confidente era mi tio, gracias a el pudimos vernos cada semana y poder compartir nuestro amor en persona. Si hay alguien a quien deba agradecer es a Ivan, he tenido los mejores momentos posiblemente los mejores de mi vida. Es 25 de diciembre del 2015 y quiero pasarlo a lado del hombre de mi vida, salimos a caminar a la plaza, entramos a ver una película, bueno, creo que ni siquiera la vimos; nuestros labios no podían separarse ni un segundo. Pareciera que cada fragmento de nuestras almas se entrelazaran para formar una sola, como si hubieran esperado siglos para poder encontrarse y seguir el camino que jamas debieron haber terminado.

Lo vi parado recargado contra la pared, esperándome, caminé rápidamente hasta donde estaba el, me tomó entre sus musculosos brazos y me apretó contra el.

-Me hiciste falta, princesa —Acarició mi pelo con su mano derecha mientras que con la izquierda me mantenía lo mas cerca posible de el

-Tu nunca dejas de hacerme falta, como si cada segundo necesitará mas de ti—Pasé mis brazos alrededor de su nuca

-Prometo nunca dejarte sola, asi tenga que cruzar cielo, mar o tierra yo siempre estaré a tu lado—Me tomó de la mano y la besó— Ahí es donde quiero que tengas un anillo de compromiso mío

-Te refieres a...

-Shhh—posó suavemente su dedo índice contra mis labios— Aun tenemos todo el tiempo del mundo para nosotros

-Cualquier medida de tiempo me parece corta si pienso en querer estar a tu lado

-Tendremos esta y la siguiente vida, nuestro amor jamás morirá. Pero por lo mientras necesito tu adorable conocimiento para escoger ropa para mi

-Bueno y a donde vamos?

-Contigo a donde sea—No pude evitar darle un beso y sentir su sonrisa mientras tenia sus labios en los mios.

Recorrimos casi todas las tiendas del centro comercial buscando una camisa de franela que el no considerara de "leñador" en mi humilde opinión todas se le veian de maravilla asi que no podía decidir cual era la mejor. Lo veía entrar y salir de los aparadores pensando en que afortunada era de tener a ese hombre en mi vida.

Despues de haber recorrido cada piso de la plaza se decidio por unos jeans rotos, una chamarra casual azul marino y una playera de colores a rayas. Mientras el pagaba yo lo besaba en la mejilla y la barbilla deseando que el se volteara y me besara apasionadamente como solo el sabia hacerlo y sucedió, me atrajo hacia el y no dejo de besarme hasta que me quedé sin aire.

-Me vuelves loco Beth, te amo—Me abrazó y recargué mi cabeza contra su pecho escuchando los latidos de su corazón

-Te amo, Bruno. Te traje tu regalo de navidad—Dije emocionada

-Y yo el tuyo mi princesa—Me mostró una pequeña bolsa con estampado de muñecos animados— espero te guste

Abri la bolsa con el mayor cuidado posible tratando de no romperla; era un gorrito negro con puntitos de colores, a pesar de que yo no usaba gorros ese había sido el mejor regalo que alguien me había dado en mi vida

-Gracias, me encanta—lo abracé y le di un pequeño beso—Tu abre el mio cuando estes en tu casa

-¿Por qué? —fruncio el ceño divertido

-Porque me da pena—me sonrojé y le sonreí agachando la mirada

-Mmmm esta bien, pero estoy seguro de que lo amaré—Beso mi frente y salimos de la plaza, hacia un frio aterrador por suerte había traido una chamarra gruesa. Afuera había un árbol enorme de navidad con luces y música que iluminaban toda la entrada de la plaza, simplemente era perfecto caminar a lado de el hombre que podía hacer dejar de latir mi corazón

—Como es posible que te ame tanto? —Pregunté seria

—Asi como es posible que seamos almas gemelas, no hay explicación, simplemente estamos hechos para estar por siempre juntos, no dejemos que nadie nos quite esto, solo somos tu y yo y asi siempre será

—Jamás te apartes de mi, no quiero imaginarte con alguien mas, quiero que seas mi única felicidad, solo mio

—Y tu solo mia.

Pero el hablaba enserio de no compartirme absolutamente con nadie, mis amigos desaparecieron, cada contacto hombre en mis redes sociales, hasta mis artistas favoritos. Los celos de Bruno llegaron a tal punto que no podía dirigirle la palabra a ningún hombre sin que el se molestara y ahí fue cuando todos nuestros problemas, o al menos la gran parte de ellos comenzaron a surgir.

Al principio me resultó raro y difícil, pero el cedió a hacer lo mismo y que yo fuera la única mujer en su vida.

En ese momento me había convertido en su propiedad, pero el amor me había cegado y prometi hacer cualquier cosa por verlo feliz, asi que no me importó a quien sea que tuviera que dejar, lo haría por el y por quedarme siempre a su lado, pero claro a la única persona que jamás apartaría de mi vida sería a mi mejor amigo Jace, el era mi confidente y de las personas que se que darían cualquier cosa por mi. Pero al parecer eso no le agradó para nada a Bruno.

Lo que nunca pude decirte. Where stories live. Discover now