Un suspiro se escapo de sus labios y se dio la media vuelta, con su mirada recorriendo la sala y vio un pasillo con puertas entreabiertas, avanzo hasta una de las habitaciones que parecía ser la más grande, allí se encontraba una cama con las sabanas revueltas y se veía cómoda para su buena suerte, Christian avanzo hasta ella como si estuviera hambriento y en cierto modo si lo estaba, hambriento y con mucho sueño. La habitación estaba en tonos celestes y una ventana tamaño medio placía sobre la cama dejando ver el atardecer que el no había experimentado en años.

Se dio cuenta de que la puerta del armario se encontraba abierta y cierta prendas de ropa parecían descansar allí, así que primero avanzo a esta y busco ropa de hombre, encontrando solo una camiseta blanca. Al menos podía cambiarse; tiro la camisa llena de sangre en cualquier dirección y la comodidad que sintió al tener algo nuevo en el... era refrescante.

Un simple pedazo de tela parecía el primer paso al cambio, un cambio de vida sin importar en que locura el mundo estuviera en esos momentos.

Pero ¿Eso es lo que quería?, ¿Era lo correcto haber escapado? Las dudas inundaban su mente, quizás por un momento esta pensando en él y en un bienestar, en su salud, por años Christian estuvo encerrado en un laboratorio secreto, alejado de todos y todo, solo por pensar que dentro de el había la oportunidad de salvar al mundo entero. Pero ahora el había escapado y era difícil pensar ahora que, gracias a su acción personal, ponía el mundo en mas caos.

Poco a poco las memorias que el luchaba con borrar, fueron apareciendo de nuevo. Noches acostado en una cama de metal y con tubos conectados a él, escuchando la misma frase una y otra vez. "Estas sirviendo a tu país muchacho, estas ayudando a un mundo mejor" es la que mas podía Christian recordar, la ira empezó a subir de pies a cabeza, su mano se cerro en un puño y lo que mas deseaba era golpear al coronal Watts, quien por mas de cinco años estuvo encargado del laboratorio que se convirtió en "hogar"

Con pasos cortes, Christian avanzo hasta la cama y se acostó, quizás en ese momento el colchón no estaba en su mejor condición, pero la comodidad que no había sentido en años lo estaban arrullando para dormir tranquilamente. Cerro sus ojos en inmediatamente fue llevado años atrás, cuando era un niño y podía jugar libremente, donde no había preocupaciones y no había temor a cada hora de que alguien iba a tomar más exámenes a él. Recordaba a su madre con una sonrisa llena de amor, también vio a su padre en el comedor con una computadora frente a el y varios papeles a su lado, su hermana mayor con audífonos y cantando en voz baja pasando por su lado.

Mientras Christian caía en un sueño lleno de tranquila, afuera de la casa un grupo de no mas de seis personas avanzaban a la casa para descansar durante esa noche. La primera en entrar a la casa para asegurarse que no hubiera ningún ser fue una mujer de no mas de sus treinta años, con su cabello oscuro en una trenza y agarrando el mango de su cuchillo lista para pelear. 

Mañana, primera hora que salga el sol, seguiremos nuestra ruta hacia el este.

Anuncio cuando todos estaban dentro de la casa, el grupo conformaba los gemelos Sam y Flora, una pelirroja que siempre cargaba un libro en mano -si no fuera el colmo de Madison que siempre tenia que salvarla de los problemas por estar con su nariz en los libros-, Carlos y su bate de beisbol, y Harper quien siempre tenia tres armas con ella en caso de una situación de emergencias.

Madison se dejo caer en el sofá que estaba mas cerca y alzo los pies en este, para poder descansar unos momentos antes de preparar una comida para ellos. Su plan era llegar a New York, donde la base nuevo mundo se encontraba, allí era el plan de todos llegar, era un campamento -o, mejor dicho- una nueva ciudad estaba siendo construida sobre el antiguo NYC.

- Tienes que ver esto - Sam murmuro cuando se le acerco-

Madison frunció su ceño y se levanto sin ganas, realmente quería unos minutos de paz y poder pensar en los antiguos años donde estaba feliz con su bebe y su esposo.

Agarro su arma pequeña que escondía en su cintura y avanzo donde el resto de su equipo estaba esperando.

- No creo que sea necesario el arma -Sam de nuevo hablo con cierto temor en su voz.

Mientras se acercaba donde su grupo se estaba preguntando que tan importante podía ser y en efecto, lo era.

Carlos tenia agarrado el bate de beisbol y movió al cuerpo que descansaba en la cama.

- Eres idiota -Flora murmuro al ver lo que estaba haciendo- Es obvio que no esta muerto, si lo estuviera, el se hubiera convertido en uno de esos

- La copia tiene razón -Linn bajo la mirada de su libro y escucho un insulto por parte de Flora.

- ¿Pueden callarse y dejarme ver que esta pasando?

El profundo -y corto- sueño en el que Christian estaba lo hizo desorientar un poco con tal movimiento salvaje -en su opinión- y miro la cama donde descansaba, rodeado por caras extrañas.


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FECHA DE EDICIÓN: 26/06/2019

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