Amor Y Odio Pero Más De Lo Primero

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Era 14 de febrero, san Valentín; aunque no lo parecía pues era un día lluvioso. La lluvia llenaba el ambiente de tristeza y mal humor y las nubes grises oscurecían el cielo haciendo que pareciese una película en blanco y negro .
-Felicidades Starfire. - dijo con una tímida sonrisa y rojo como un tomate Robin. Ofrecía un regalo con su mano derecha.
A starfire se le iluminaron los ojos y se sonrojó. Pegó un grito de emoción y se tiró encima de Robin para darle un fortísimo abrazo. Al separarse se miraron intensamente a los ojos, como si el uno al otro pudiera mirarse el alma; y se dieron un largo y tierno beso.
Raven contemplaba la escena con una expresión de asco en la cara desde el sofá mientras Bestia que estaba a su lado sentado la miraba con tristeza en sus ojos, algo inusual en él.
-¡Qué bonito! ¡Ojalá yo tuviera algo así! - lloraba Ciborg emocionado.
-Ojalá nunca. No necesito más estúpidos enamorados cerca de mi. - dijo Raven mirando hacia otro lado y apoyando su cabeza sobre la mano.
Starfire y Robin se separaron para mirarla con seriedad.
-¿No podrías ser un poco más agradable? - se enfadó Ciborg.
-El amor apesta.
-Tal vez no sea el amor lo que apeste, tal vez seas tú.
-¿C-cómo te atreves?- enfureció levantándose del sofá y parpadeando indignada .
-Te equivocas Ciborg, si no no tendría ese amor-odio con Bestia. - rió Starfire. Todos menos Raven y Bestia rieron a carcajadas. Raven tenía la boca abierta, incrédula; y Bestia simplemente permanecía más callado de lo normal mirando fijamente al suelo.
-¿Sabéis qué? ¡No os aguanto más! ¡Si estorbo me voy! - gritó dirigiéndose a la puerta.
-Pero Raven.. . - murmuró Starfire.
Dio un portazo que hizo retumbar la casa entera y salió corriendo por la oscura calle. Llovía muy fuerte, lo que hacía que la visibilidad casi fuera nula si no fuera por la tenue luz que se distinguía de las lámparas.
Corrió con la cara oculta en su capucha hasta un callejón. Allí se sentó en una esquina, escondiendo su rostro entre sus brazos cruzados sobre sus rodillas. Entre el sonido del choque de las gotas de lluvia se escuchaba su llanto. La mismísima Raven estaba llorando.
"¿Por qué me pasa esto a mí? "pensó." ¿Por qué soy la única que no es querida por nadie? ¿Es por ser como soy? ¿Está mal ser yo?"
Continuó llorando por unos minutos más. Tras un tiempo notó que una sombra en frente suya tapaba la poca luz que recibía el callejón en el que se regugiaba.
"Mierda. " pensó al levantar lentamente su destrozada mirada y reconocer esos ojos verdes que la miraban sorprendidos y preocupados .
Se secó las lágrimas sonrojada de la vergüenza que suponía que alguien la viese llorar por primera vez.
-¿Qué quieres, estúpido? - preguntó con la voz rota mirando a otro lado.
-He venido a buscarte. Bueno, y a darte esto. - dijo tendiendo un paraguas abierto.
-No lo necesito.
El muchacho peliverde se quedó quieto sin apartar el paraguas que cubría la cabeza de Raven, sonriendo débilmente.
-Venga, que he cogido uno de tu color favorito.
Raven se sonrojó y frunció el ceño. Permanecieron unos segundos en silencio hasta que Bestia se rindió y cerró el paraguas para poder sentarse a su lado.
-¿Por qué llorabas? Tú nunca lloras.
-Porque me he dado cuenta de que odio al mundo porque me odian a mí. - diciendo ésto su voz se fue apagando y sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo.
-Raven... Nadie te odia.
-No, vaya. Nadie me quiere. Ni siquiera hoy he recibido un mísero abrazo. Y ahora estoy hablando contigo sin gritar... ¿Qué está pasando?
-Si quieres yo te doy el abrazo. - dijo sonriendo de medio lado.
-No te atrevas a tocarme.
Bestia se quedó mirando a esa parte de Raven que nunca nadie había visto. Sonrió al sentirse afortunado de ser el primero en verla y dijo:
-Hay una carta de alguien en tu habitación. Hay alguien que sí te quiere. Yo sé quién es pero me da pena porque tú no amas a nadie. Me ha pedido que te lo pregunte para confirmarlo, pero no hace falta; es algo que se sabe.
-¿Qué? - preguntó confusa.
-Ve a por la nota. Pero para cuando la leas esa persona se habrá ido para siempre porque ya le habré dicho que no amas a nadie.
Forzó una sonrisa y se levantó para marcharse. Raven estaba completamente en shock.
"¿Alguien me quiere? "pensó." ¿Quién es? "
Salió corriendo a toda velocidad de vuelta a casa. La lluvia aún no había cesado y había formado charcos que Raven iba pisando a su paso y de los que se estaba empapando, pero eso no era lo importante. Lo importante era saber si después de todo había alguien que la amaba.
Entró directa a su habitación, oscura y siniestra como ella. Allí, encima de la mesa encontró una nota escrita en un papel. La cogió con sus temblorosas manos y leyó para sí misma: "Cásate conmigo. Te amo aunque tú me odies. Por eso me voy, para no molestarte más. Aunque estaremos juntos para siempre en mis sueños. Siento todo, tú mereces algo más."
Debajo había una especie firma : "el estúpido".
Raven abrió los ojos como platos. Lo comprendió todo.
Se desplomó en el suelo, quedando de rodillas; mientras lágrimas inundaban sus ojos sin vida. Su alma se partió en dos.
-Yo no lo odiaba- murmuró. -. Yo no aceptaba que le amaba por miedo a que él me odiara de verdad.
Raven se encerró en su habitación, a oscuras, sin comer ni beber, perdiendo agua por sus ojos, hecha pedazos...
Pasaron los días y nadie sabía si seguía viva pues no les dejaba entrar a ninguno para que no la viesen así. Pero sí seguía viva. Escribía cada día que pasaba allí encerrada una cosa que le gustaba de Bestia en una hoja.
Así pasaron más días y después semanas. Todos estaban realmente preocupados.
Pero una mañana Raven se despertó iluminada por una luz que entraba por sus ventanas. Miró a su alrededor confusa.
"¿Cómo...?"
Palideció al ver que la lista que había escrito había desaparecido. Roja como un tomate salió de la habitación a punto de gritar, pero allí se encontró a Bestia. Estaba sonriendo, como siempre y agitaba la lista de Raven con su mano.
-Tú has escrito hasta hoy cosas que te gustan de mí. Yo no voy a escribirlas. Yo te voy a dar un beso por cada cosa que me gusta de ti.
Raven le abrazó fuertemente, sin dejarle respirar. No quería que volviese a irse nunca. Esas palabras fueron las más bonitas que le habían dicho nunca. En verdad Bestia besó a Raven por cada cosa que le gustaba de ella, y aunque ella muriese muy vieja seguirían quedando besos por dar porque él nunca iba a dejarla de besar.
FIN

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⏰ Last updated: Mar 07, 2017 ⏰

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Raven x Chico Bestia / Beast Boy X Raven fanfic Where stories live. Discover now