Amenazas.

12 2 1
                                    

Enterarme de que ese hijo de puta está pisándome los talones me ha dejado exhausta, directamente me metí en mi cama y me introduje en un sueño profundo. Al despertarme tenía la sensación de que todo era un mal sueño pero al ver los sobres encima de la mesa me di cuenta de que era real. 

Decido no ir a clases por unos días hasta saber muy bien los planes que tiene en la cabeza ese pedazo de basura. Tengo que estar preparada para lo que pueda pasar... el sonido del móvil interrumpe mis pensamientos, es Inma... no tengo ganas de hablar con nadie. Me llama cuatro veces mas, que insistente, voy a contestar a ver que pasa.

-Joder Anastasia!!!! ¿Por qué no cogías el puto móvil? Ha pasado algo muy fuerte en el instituto, en verdad varias cosas. Y todas están relacionadas contigo.

-¿Qué pasa ahora?

-Paz ha divulgado rumores de que eres lesbiana y ha llegado a oídos de Rocio y sus amiguitas. Leticia te ha defendido y le han empezado a decir que ella era tu novia por eso os defendéis tanto entre vosotras. Paz le ha dicho que era una mentirosa y la ha empujado y adem...

-¿Ha empujado a Leticia?- no dejo que acabe la frase, esto ya me está tocando las narices.

-Sí. Dijo que no quería saber mas de nosotras, que seguro que por culpa vuestra ningún chico se acercaba a ella. Anabel le quiso contradecir pero se dio media vuelta y se fue.

-Esa necesita un psicólogo urgente. Mira avisa a las otras y diles que nunca mas me defiendan, no necesito que deis la cara por mí. Sé defenderme yo solita.

Cuelgo antes de que diga algo. Los adolescentes son complicados, tienen una mente retorcida, demasiados problemas sin sentido. No tengo tiempo de arreglar cosas de niños estúpidos. 

Vuelve a sonar el móvil, está vez es un número oculto, es extraño. Por si acaso no contesto pero enseguida vuelven a llamar así que lo cojo.

-¿Que tal pequeña zorrita? Ja ja ja ja ja- Esa asquerosa voz, no puede ser...- ¿Me has echado de menos?. Ya te dije que no podrías escapar de mí.

Me empieza a hervir la sangre de rabia, respira, mantente serena. No dejaré que note que me he alterado.

-Lo siento, esto no es una linea porno. Te has equivocado, señor. 

-Eres una puta así que me sirve. Espero que tengas un buen día porque los que vienen serán tu peor pesadilla.

Ha colgado, sigue siendo igual de imbécil. 

Al día siguiente, me preparo para ir a clases porque si me quedo en casa me volveré loca por culpa del Teniente Alejo. Solo llegar al instituto veo a las "hienas" preparadas para atacar.

-Mirar quien viene por ahí, la señorita invertida. ¿Dónde esta tu novia? Jajajaja

Paz está entre ellas, parece que ha cambiado de bando. Intento pasar sin prestarles atención a sus risitas, pero Rocio no parece estar conforme.

-¿Qué pasa? ¿Te hemos ofendido? Ya deberías estar acostumbrada a que te humillemos. 

-Fui su amiga por pena, siempre estaba sola. No tiene personalidad, es muy aburrida. Ni siquiera va a fiestas con chicos.-Paz se justifica ante sus nuevas amigas.

-Obvio que no salga con chicos, a parte de fea, sin ningún atractivo especial, es lesbiana. Menudo cuadro, lo tiene todo para ser una marginada. Morirá siendo mas virgen que el aceite de oliva.

-Tu novio no decía lo mismo anoche. Creo que es peor ser cornuda que una marginada lesbiana, ¿no crees?-Está vez no voy a quedarme de brazos cruzados, necesito un poco de acción.

-¿Cómo dices, perra?- Parece algo sorprendida de que le haya contestado.

-Lo que oyes, cielo. Aquí la única virgen que hay sois vosotras. Ahora con quien lo haga, chico o chica es mi problema. Me gusta probar cosas nuevas y a tu novio también.

-Já, estas mintiendo! Mi novio no se acostaría con una puta como tú.-Se esta empezando a enfadar.

-Bueno creértelo si quieres. Yo que tú vigilaría no tropezarme con el marco de la puerta, tienes una cornamenta que llega al techo.-Sonrío para joderla un poco más.

Rocio y las demás se han quedado en silencio, parece que no se les ocurre nada. Solo alcanza a darme un empujón seguido de la palabra puta.  No me quedo quieta si no que le doy un bofetón en la cara, les ha pillado por sorpresa que haya reaccionado. Toca el timbre y todos entramos en clase, la mañana pasó sin ningún contratiempo. 

Al fin he llegado a casa, no le he dirigido la palabra a ninguna de las chicas y ellas tampoco a mí. Llevo mucho tiempo sin entrenar así que me pongo ropa de deporte y salgo a correr por  el paseo donde mucha gente hace footing. Corro unos diez kilómetros hacía una zona boscosa donde nadie me puede ver, compruebo que así sea y empiezo con ejercicios de concentración y luego algunos puñetazos y patadas al aire. Tengo que estar prepara por lo que estará tramando el imbécil del Teniente Alejo. No puede pillarme débil y con la guarda baja, no quiero darle el gusto de verme fracasar. Tengo algo que quiero proteger...

 Tengo algo que quiero proteger

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La dama de hierro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora