Aclaraciones: Esta historia solo es capítulo único. La portada no es mía le pertenece a su respectivo/a dueño/a. Es un Staig (CraigxStan), es decir, contiene yaoi (chicoxchico). Se trata de zombies y tal vez se clasifique gore... tal vez. ...............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
Corríamos por los pasillos de aquel edificio abandonado. Buscando una salida o escondite. No podíamos contraatacarlos; eran demasiados.
Fuimos pocos quienes escaparon de ellos, pocos quienes sobrevivieron. Jalé de tu mano para guiarte hacia un pequeño callejón y así ocultarnos.
Tengo miedo del cual no expreso. Miedo a que nos encuentren, miedo a que te encuentren.
Nos quedamos un rato aquí. Preguntabas por los demás, y solo pedí que te callaras. El corazón me late mil por hora al igual que el tuyo. Lo sé porque me estás abrazando y logro sentirlo revolotear en tu interior.
No sé expresarme en palabras, solo en acciones.
Acerco tu rostro al mío y presiono mis labios con los tuyos. Te sorprendes, pero lo correspondes.
Tengo miedo de que sea nuestro último beso. Miedo a no volver a sentir tu calor y ver tus mejillas tomar color.
- Te amo - Me dices en un susurro al separarnos para respirar el preciado oxígeno, del cual muchos ya no necesitan.
Respiro profundo, a punto de responder, pero un grito desgarrador nos paralizó: Era Kyle.
Nos vimos a los ojos preguntándonos si debíamos socorrerlo. Tu mirada expresaba determinación y antes de decir nada comenzaste a correr. Yo no protesté y te seguí.
Cruzaste la esquina de aquel corredor y al llegar choqué contra tu espalda, son unos pocos los centímetros de diferencia que tenemos. Mirabas al frente con el terror reflejado en tu rostro, cosa que pensé jamás vería. Pero sería mentira negarlo.
Bebe mordía el brazo a Kyle mientras él le golpeaba el rostro con su puño libre. Impulsado por la adrenalina tomaste un pedazo de madera y golpeaste la rubia cabellera de la chica, salpicando el suelo con aquellas gotas carmesí que ya no me sorprendían en lo absoluto, aunque tu acción sí lo hizo. No dejaste de golpearla una y otra vez. No, hasta que te tomé de las muñecas haciendo el intento de calmarte.
Te soltaste frenético y comienzas a levantar al pelirrojo que agonizaba del dolor. No paraba de llorar y tú con torpeza le limpiabas las lágrimas. Desvié la mirada al brazo infectado y chasqueo la lengua.
Sabe tanto él como nosotros que está perdido, que ya no podría seguir - Déjenme - Fue lo único que dijo. Pero tú te negaste rotundamente. No querías dejarlo atrás así que lo tomaste de un brazo y lo llevaste a rastras contigo. Maldije por lo bajo y te copié. Era eso o quedarnos a esperar una muerte segura.
Caminamos hora y media. Y tu amigo comenzaba a mostrar los síntomas de aquel virus que inició esta pesadilla de mierda.
La decisión de abandonarlo ya no parecía tan lejana, pero solo la ignorabas, como si todo fuera una broma pesada.
La ignorancia puede hacer a uno feliz, pero sus consecuencias recaerán como un rayo sobre ti.
Hubo veces en las que no podías más con su peso, pero no te quejabas y continuabas. Tú imprudencia nos condenará, y sabiendo esto no la detengo.
