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Después de varios días en los que no has venido a visitarme, como me tenías acostumbrada.
No logro quitarme ese dolor  del pecho. Es como una sensación de vacío, y al mismo tiempo de ahogo.
No sé, que me pasa.
Y luego vienes a mi casa, de forma apresurada y apenas me mantienes la mirada. Y duele más todavía.
Pero no puedo negar, que cuando te vi ahí en mi puerta, mi corazón comenzó a latir, más de la cuenta.

Mariposa Mía... #TDA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora