Castillo de oro

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Ella era dulce e inocente, no conocía el mundo real, no comprendía las personas que residían del otro lado

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Ella era dulce e inocente, no conocía el mundo real, no comprendía las personas que residían del otro lado. Era como una princesa encerrada en un castillo de oro, donde lo tenía todo sin tener realmente nada. Sentía una curiosidad incurable por el mundo que no había podido ver, pero no sabía lo podrido que sería al descubrirlo. De pronto, él apareció en su vida. Le trajo flores y chocolates. Le dio un millón de razones por las cuales salir a descubrir un basurero interminable, tan florezco a sus ojos, tan asqueroso en la realidad.

Ella cayó en su trampa. Siguió ese camino reñido junto a él, llegó al borde de la tierra, tuvo más de lo que imaginó, pero no tuvo amor.

Él no la amó de la manera correcta. Sus palabras y sus sentimientos no coincidían. Él la quería, pero no la amaba, no sabía lo que es amar. Ella cambió su forma de ver la vida. Ya no era inocente, ni dulce, ya no amaba, no esperaba nada.

All I've never saidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora