— ¡Ah! —Jungkook empezó a chupar su cuello que al hacerlo, se le escapó un gemido audible. Mortificado, se mordió el labio para evitar hacer tanto ruido — Jungkook...¡mmh! —siguió mordiendo su labio ya que la ágil mano de este se había deslizado bajo su camisa, acariciando su piel desnuda — No me dejaste terminar...q-quiero decir, p-por favor para...
— Que rudioso eres...¿quieres que los profesores nos oigan, pequeño? —interrogó el castaño, parando sus acciones.
Taehyung se imaginó las caras horrorizadas de los profesores de la universidad si llegasen a oírlos, sus ojos se abrieron a la par y sus mejillas se coloreaban de rojo, moriría de la vergüenza si pasara realmente aquello. Jungkook simplemente rió al ver la reacción de este.
Estaba casi decido de empujar al castaño pero Jungkook leyó el fastidio en su expresión y reaccionó chupando de nuevo su cuello para dejar otra notable marca. Taehyung tuvo que morderse los labios fuertemente para evitar jadear de placer. Quería parar, quería dejar de pensar que lo que hacía Jungkook con su boca le estaba encantando.
En cambio, el castaño siguió torturándolo con su lengua, subiendo ahora sí su camisa para poder tocar aún más su piel. Con una mano tocó su pierna, dejando un costo beso en ellas, bajando hacía su ombligo para después encontrase con sus dos pezones rosados. Su lengua inmediatamente se dirigió hacía un pezón, chupando y mordiéndolo, ocasionando que Taehyung soltara agradables gemidos.
Él rubio intentó alejar la boca de Jungkook, llevando una mano hacía la cabellera de este, pero el menor lo detuvo y sujetó ambas muñecas sobre la cabeza con una mano.
— En este juego yo mando, Tae-Tae. No intentes escapar de mi —murmuró Jungkook besando de nuevo sus labios, pero al escuchar la campana que significa "nueva clase" se detuvó un poco frustrado — ¡Joder!
Jungkook se levantó y revolvió su cabello. Se notaba que estaba enojado, en cambio Taehyung suspiró y arregló su camisa, tratando de ocultar sus notables marcas. Jungkook bufó y él rubio se sentó en aquel escritorio para justamente quitarse las incomodas pantimedias, avergonzado bajo la cabeza y se puso su pantalón.
Se quedó callado mirando hacía Jungkook quien maldecía en voz baja. Aunque segundos después se sobresaltó al ver que el castaño se acercaba a él.
— Mañana quiero verte en la entrada de la universidad —agarró sus mejillas, dejando uno de sus costos besos en los labios del mayor — no faltes.
Y sin más finalizó, dejándolo solo como las otras veces. Los hombros de Taehyung se calmaron, ahora pudo respirar con normalidad y pensar conscientemente.
"¿Que diablos había dicho?" pensó Taehyung. Estaba en líos, sin darse cuenta le encantaba aquél juego que propuso Jungkook desde un comienzo.
(...)
— ¡Oh por Yoda! Taehyung explicame esa marca en tú cuello
Como había dicho, estaba realmente en líos.
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