Capítulo 5 (FINAL)

1.7K 272 91
                                    

TAEYONG

Sinceramente en el momento que se abrió la puerta tuvo miedo. A pesar de intentar ser fuerte para impresionar a Doyoung, sus pies reaccionaron más lento que el segundo.

A decir verdad, se congeló. Quizá una parte de él deseaba que fuera una mentira, esperaba que su amigo no dijera la verdad, y que cuando la puerta se abriera, pudieran salir de manera sencilla.

Por supuesto, eso no fue lo que pasó.

Los dos hombres en la entrada, tan pronto oyeron la puerta abrirse, reaccionaron de manera ofensiva, y Doyoung, en quien Taeyong siempre había dudado... a quien siempre trataba como el débil, lanzó una patada.

A simple vista pudo notar que el chico no era un experto en peleas, sin embargo, era bueno en defenderse. Se movía de forma ágil y escurridiza, además de que era audaz e inteligente y más que todo, impulsivo.

Había tantos sentimientos dentro de él que su cuerpo peleaba de manera automática. Porque si no se defendía, moriría y por qué luchar era algo que ya estaba acostumbrado a hacer.

Pero su mente se desplazaba a la pelea que se efectuaba a su lado, sus ojos solo se podían enfocar en Doyoung, temiendo que algo le sucediera.

Recibió un corte en su brazo, y el dolor fue lo que lo hizo reaccionar. Ya vería a Doyoung cuando todo esto acabara.

Finalmente siendo consciente de lo que hacía, decidió acabar con los juegos.

Tomó el cuchillo de forma segura, y solo necesitó un par de golpes para hacer que el sujeto frente a él cayera.

Algo aliviado, se volvió hacia Doyoung, para encontrarse con que el sujeto con quien el chico de cabello oscuro peleaba también estaba muerto.

Pero a pesar de ello, a pesar de que Doyoung había probado que era valiente, de que no era un inútil, había algo en lo que había tenido razón.

El chico era puro.

Al ver los ojos abiertos de Doyoung (aún más de lo normal), la expresión de desesperación que cruzaba en su rostro... Al ver como las pupilas se dilataban al ver la sangre manchando sus manos, las cuales temblaban de manera incontrolable... se dio cuenta de que Doyoung nunca había matado antes.

Hasta ahora.

Y sus ojos no se podían apartar, inundados ante la culpa, del inerte cuerpo a sus pies.

Estaba fuera de sí, aun cuando Taeyong lo tomó, parecía no ser consciente de lo que pasaba, y susurraba cosas que Taeyong no lograba comprender, porque ni siquiera era capaz de abrir la boca completamente, y lo articulaba entre dientes.

-Todo está bien- Taeyong atrajo el chico hacia sí, y este se movió como una marioneta - no te preocupes.

Pero las manos de Doyoung solo colgaban a sus lados, sumidas en aquel temblor.

Taeyong se apartó de él y se agachó para inspeccionar el cuerpo.

-No te preocupes- dijo levantándose de nuevo y poniendo una pequeña sonrisa, al ver que Doyoung seguía sin reaccionar, lo tomó de hombros y sacudió- No está muerto Doyoung- lo sacudió más fuerte, y el rostro pálido del chico comenzó a recobrar el color- No está muerto.

Doyoung bajó la mirada, al tiempo en que Taeyong se agachaba de nuevo.

-Así que yo voy a quitar ese peso de ti- sin darle tiempo de reaccionar, tomó el cuchillo y apuñaló directamente el corazón del hombre en el suelo.

***

DOYOUNG

Si aquello que Taeyong decía era mentira, o no, ya no tenía forma de comprobarlo. Todo lo que sabía era que ahora si lo estaba, y quería creer que no había sido él quien lo había hecho.

Sin embargo, no importa lo aterrado que se sentía, no podía dejar de pensar en que si era por Taeyong, mataría las veces que fuera necesario.

Intentaba concentrarse en su compañero, en el rostro de Taeyong, sin embargo la palidez en su rostro no era simplemente por la culpa, el temblor no era solamente porque sus manos se habían llenado de muerte, sino también porque la sangre en él, no era solo de su oponente.

No importaba lo mucho que intentara probarle a Taeyong que el sí era fuerte y que debía conservarlo a su lado, el dolor parecía ganarle.

Si tan solo Taeyong no hubiera estado tan fuera de sí... quizá ni se dio cuenta de lo que Doyoung había hecho... de cómo mientras Taeyong tenía su mente en otra parte, Doyoung se había atrevido a pelear con dos tipos al mismo tiempo y recibido una puñalada en su costilla.

No solo estaba dispuesto a matar por Taeyong, sino también a morir por él.

Calló de rodillas, al lado de Taeyong, y fue hasta ese momento que el chico más pequeño notó la herida.

-Por favor no me dejes, puedo ser útil, lo prometo.

***

TAEYONG

No fue hasta que el chico estuvo a punto de desmayarse que se dio cuenta de la herida de Doyoung. Notó el sudor en su cuerpo, y como sus ojos se veían desenfocados.

Notó como pareció perder conciencia por un momento, yéndose hacia adelante, apenas si Taeyong tuvo tiempo de apañarlo.

-No lo haré, no te dejaré- su voz sonaba, por primera vez desde que tenía conciencia, asustada- Doyoung no me dejes.

Doyoung sonrió.

-Quiero ser alguien que este al nivel de Taeyong.

-Lo estas, lo estas.

Y entonces acercó sus labios a los de Doyoung, los cuales se volvían cada vez más fríos, los cuales perdían cada vez más aliento y le dio un último beso, antes de que los ojos de Doyoung se cerraran.

***

Lo había prometido, se mantendría a su lado, pelearía con él.

Pero esto era algo que debía de hacer solo.

Mientras caminaba, en sus pensamientos solo se reflejaba el rostro del chico.

Lo haría rápido, lo haría simple, para volver a los brazos de Doyoung.

Sostuvo el arma en su mano y levantó el gatillo.

Apuntó.

Si jalaba el gatillo, todas aquello por lo que había peleado... todos los sueños que siempre había perseguido, se esfumarían.

En silencio, sin que nadie lo viera, tomó la decisión guiado por el amor que había surgido hacia el chico que había estado dispuesto a morir por él.

Y disparó.

Sus ojos se cerraron, y su mano, por primera vez había temblado después de presionar el arma, pero debía de matar, una última vez, si quería vivir con Doyoung.

Abrió los ojos.

El líder estaba muerto, lo había matado. Y así como lo había realizado, en las sombras, sin tomar crédito alguno o reclamar el lugar que había crecido para heredar... desapareció.

Desapareció, dejando que todos creyeran que estaba muerto, que todos pensaran que Doyoung había sido asesinado.

Volvió antes de que Doyoung despertara, en aquella camilla de un hospital pequeño y alejado, en un pueblo que nadie conocía.

Bajo una vida nueva, una segunda oportunidad de vida se les había presentado... una en donde Doyoung despertaría y vería siempre a Taeyong a su lado.

Una vida en donde a veces, Taeyong ignoraba a Doyoung, o en donde ambos peleaban, pero no importara lo que pasaba, nunca podían enojarse realmente.

En donde Doyoung reiría y Taeyong reiría con él, sin tener que preocuparse de que hubiera una última vez.

ONE LAST TIME [ADAPTACIÓN  TaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora