Capítulo 1

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Cuando Columba se caso con el padre de Alonso;Martín, todo era bueno, se habían conocido en la calle, Martín vendía fruta con chile y paletas de hielo solo para ganar dinero propio, no sentía vergüenza, o no la sintió hasta conocer a Columba, era una chica bastante linda, con un cuerpo menudo, pelo largo y una sonrisa contagiosa.

La primera vez que la miro llevaba a su hermano de la mano y le compró una paleta con fresas y para ella misma de chocolate, comenzaba a pasar por ahí todas las tardes, no solo por que era el lugar en el que más ganaba dinero, si no también por que quería ver a la linda chica del gran cabello.

Dos semanas después se pasaba por la calle después de su venta del día, siempre con buena ropa y con una loción que acababa de comprar.

Esperando que ella lo mirara, si le preguntaba, el argumento perfecto era que su rumbo era ese.

Cansado de que Columba no se enterara de su existencia, decidió hablar con ella, intentarlo no lo iba a hacer menos valiente, si no al contrario.

Las cosas funcionaron para ellos por varios meses como amigos, fue Una fría noche en la que el tétrico ambiente llenaba con su helado aire cada poro de la piel. Los dos habían agendado una salida hacía el cine, Columba en este punto sabía las intenciones de Martín y de ninguna manera le desagradaban, el chico era tímido, y ella también, pero un pequeño beso cuando el chico le ponía su chamarra nueva sobre los hombros termino hasta con la ultima ventisca impotente que el invierno traía consigo, abriendo así el corazón a él, el único chico con el que había estado.

Dominada por todo el amor que había en su interior, Columba comenzó a pensar en una boda y una vida al lado de el chico de las paletas, que por la tarde olía a sandía con limón y por las noches a tierra mojada, ¿como una loción podría tener el olor tan real, tan intenso, tan hechizante?.

Cuando cumplieron veinte años, decidieron que era hora de hacer frente al destino y aun que eran muy diferentes a como eran a los diecisiete, lo único que no cambio fueron sus sentimientos.

Se casaron en una ceremonia sencilla, con solo familiares y personas realmente apreciadas en una pequeña capilla y ni los muy humildes sándwiches de atún habían retraído la felicidad de ninguno.

Pero no todo es felicidad en la vida, Columba en ese tiempo era una simple ama de casa, no era nada raro, pero sentía algo muy diferente a su vida de novios, no es que Martín la golpeara o algo así, en realidad se portada bien, pero solo eso, todo cambio, las palabras, los detalles y el contacto.

Cuando dos años después de casarse Columba se entero que estaba esperando una niña, todo estaba bien, el romántico hombre con el que contrajo nupcias volvía en si. Fue Una noche fría antes de cumplir siquiera los dos meses de embarazo que un sangrado se hizo presente y un agudo dolor de estómago dio por terminados los días de cinta de la mujer de largo cabello. Martín se ausentaba horas de la casa, llegaba enojado y ebrio a veces, las sospechas en Columba de que su marido veía a otra mujer iban en aumento cada día un poco más, eran muy pocas las veces que mantenían contacto físico y en una de esas pocas veces fue cuando Columba quedó embarazada de Alonso, una pizca de felicidad en esa relación tan toxica, para este tiempo la mujer sabía de sobra que su marido tenis a otra persona, pero JAMAS se espero que fuera un hombre hasta que él mismo lo confesó al irse de la casa.

La mujer comenzó a satanizar a todas las personas homosexuales, sin pensar que su hijo sería uno de ellos, no había forma de cambiar lo que dijo en el pasado, pero si abría forma de estar bien en su por venir, con su hijo, apoyándolo.

Martín seguía viviendo relativamente cerca con un hombre que Columba no conocía ni tenía ganas de conocer.

Alonso No sabía todo esto, solo recordaba que su madre lloraba, hablándoles mal de los gays y recordaba también que se enfrascaba horas en la  iglesia, hablando sobre Dios y castigos.

Alonso también quería conocer a si padre, saber como había sido que descubrió que era homosexual, quería saberlo todo, necesitaba respuestas, también quería olvidar a Jos, pero no sabía como, no quería una nueva pareja, no la necesitaba, pero si le urgía algo en que ocupar su mente, su reciente trabajo en una fabrica de refrescos era bastante fácil, lo que el necesitaba era algo en que ocupar su mente completa.

—¿Sabes la dirección de papá? —pregunto Alonso En uno de esos días en los que su madre y él miraban televisión.

—¿para que la quieres?.

—Bueno, supongo que es hora de conocerlo, saber que es lo que él haría en mi caso.

—yo... Mmm... Creo que debe estar por ahí, la buscare —Dijo después de un largo suspiro —¿Alonso?.

—Mande.

—Te quiero, se que estas en un momento difícil y no quiero que pie...

—esta bien mamá —Alonso comenzaba a notar una voz rota y unas lágrimas luchando por no salir.

—No amor, no entiendes, se que he hablado mal de tu papá, y que no lo conoces, pero mi meta principal no era separarte de él.

—Lo se y no te culpo, es solo que es hora de conocerlo.

—Gracias por entender.

Alonso entendía que su madre no era una mala mujer, tan solo era una persona que no lograba entender a las personas como él, día a día luchaba por sacar sus prejuicios de su cabeza y comenzar a adaptarse, como un león en un zoológico, aun atrapada pero haciéndose a la idea.

Cuando el programa se termino la bella mujer subió a su cuarto buscando entre sus cosas la dirección de Martín.

Este es el primer capítulo de la segunda temporada, no se si es bueno, pero claramente aun falta esto es para que se den una idea de como era todo.

Viene un sorpresa tamaño Jalonso.

Entonces no se separen de este canal :p.

Besos chiquillas.

Religión : pederasta II ¦¦J.V¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora