Cap 23 Semana de Sorpresas par. 2

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Día 3.

Me levanté por los pequeños pájaros que cantaban en mi ventana, este día sería genial.

Empezaría a preocuparme más por mi, tendría que ir con Ginny a un lugar donde te arreglan el cabello, las uñas, y cosas así.

Ella era la que sabía de eso, yo no.

Hice un rico desayuno y papá estaba editando "El Quisquilloso" terminamos de desayunar y tomé una ducha rápida, cambié mi ropa por una más linda... un vestido color blanco hasta las rodillas con unos tacones pequeños... mi cabello suelto y lo demás las profesionales se encargarían...
Me despedí de papá pero está vez no fue una despedida normal, papá me abrazo más de lo normal y yo también.

Te amo looney, no lo olvides.

Iba caminando hacia mi encuentro con Ginny, el clima estaba cálido.

No había sol, ni personas por las calles y se sentía bien.

-Una chica linda no debería estar sola por aquí. -Una voz de hombre sonó detrás de mi.-

Voltee y vi a una persona alta, fornido con una túnica negra que le cubría su cabeza.

-Me gusta caminar. -Dije mientras tomaba poco a poco mi varita.-

-No te haré daño -me dijo el hombre.-

-No pensé que lo fuera a hacer. -Sonreí.-

-Pero yo si. ¡Imperio! -Dijo una mujer detrás de mi-

Mis ojos no podían ver bien la imagen, veía borroso no sabía donde estaba y me sentía adolorida.

¿Que me pasa? ¿Donde estoy?

El dolor se acumulaba en mis muñecas que estaban amarradas.

Un lugar pequeño, oscuro y olía mal.

Cuando recuperé la vista vi que era un cuarto sucio y sin muebles.

Sólo estaba yo amarrada con los brazos arriba, mi vestido estaba sucio por lo que alcancé a ver y recordé lo último que me pasó.

¡Imperio! -Gritaron-

¿estaba secuestrada? Correcto, pero aún no se por quien y para que.

Traté de buscar mi varita por todos lados, pero no estaba.

Escuché la puerta abrirse y vi a una mujer y varias personas más detrás de ella.

Bellatrix Lestrange y sus mortifagos.

-Hola linda -Dijo acariciando mi cara.-
Creo que te preguntas porque estas aquí, y es que yo tampoco lo creía
-Reía de forma cínica.- Tu padre... tu padre nos ha traído algunos problemas ¿sabes? Así que decidimos hacer una reunión familiar. ¿Te parece luna? -Sonrió de forma macabra.- ¡Traiganlo!

Piensa en algo luna, ella es peligrosa.

Unos mortifagos entraron con túnicas que tapaban su cara, como entraban se las quitaban y dejaban a la vista su rostro, entró uno con papá mi corazón se paró un momento al verlo de esa manera quería gritar pero no podía, mis fuerzas se estaban esfumado y estaba luchando contra mis miedos en este momento.

-Luna, luna vas a estar bien -escuché a papá decir en un susurro.-

¿Ya están todos? -preguntó bellatrix.-

Seguían llegando algunos mortifagos y mi corazón se rompió por completo al verlo ahí quitándose la capucha que tapaba su rostro.

Al choque de nuestros ojos su expresión facial se descolocó y supe que estaba tan sorprendido como yo.

A su lado estaba Ethan.

Y llegaron por último Alyssa y Scarlett.

Ahora todo tenía sentido.

Luchaba con todas mis fuerzas para no llorar, papá está en problemas el chico que amo esta aquí y no hace nada para ayudarme.

Muy bien lunita, comenzemos. -me dijo bellatrix.-

¡Crucio! -Gritó contra mi padre.-

Mis lágrimas salían y no podía gritar.

¡Crucio!

¡Basta por favor! -decia en mi mente.-

¡Crucio! -Gritó una vez más.-

¡BASTA! - pude moverme y logré quitar el imperio que tenían contra mi .-

¿Así que ya puedes quitar hechizos? -preguntó.-

-Basta por favor, dejenlo en paz.
Aquí estoy yo. -dije llorando.-

-Okey. -Bella lo puso frente a mi.-

-Luna... te amo. -dijo papá.-

Yo y mis lágrimas estábamos descontroladas, mis muñecas estaban sangrando me estaba moviendo demasiado y las cadenas estaban hechizadas para cortar la piel pero poco me importaba.

Una risa macabra me volvió a la realidad.

¡AVADA KEDAVRA! -Gritó.-

Se paró el mundo y abrí demasiado mis ojos.

¡¡Papá!! -Grité.-

Regresé a ver a draco y caí en cuenta de lo que había pasado.
Se veía hechizado y preocupado.

La risa a Bella, Alyssa, Scarlett y todos los demás mortifagos resonaban en mi cabeza y caí en cuenta de lo que había pasado.

Las cadenas se rompieron y corrí a abrazarlo.

Grité, grité mientras lo abrazaba

Estaba llorando como nunca lo había hecho y es que me arrebató todo lo que me quedaba.

Escuché una explosión y de pronto todo estaba hecho un caos y alguien me alejo de ahí.

Me desaperecieron con todo y mi padre.

Un jardín lleno de flores, el clima estaba sufriendo igual que yo.

No podía estar en un lugar mejor, papá amaba estos lugares.

Estaba de rodillas abrazandolo, mi papá se reunió con mamá pero me dejó sola.

Cuanto lo voy a extrañar...

Seguí llorando por mucho tiempo más, quería regar el tiempo que pasamos juntos por que creía que si lo regaba con mis lágrimas papá volvería a la vida como una flor.

Another Life. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora