Planes Frustrados

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Darcy salió corriendo de la Torre buscando la entrada a la Sala de los Menesteres. Cuando llegó donde se supone que esta, cerró los ojos y la sala apareció ante ella. Entró y vio que ya estaban casi todos. Esperaron a que llegaran los que faltaban y comenzaron.

-          Bien, hoy repasaremos lo que llevamos aprendido hasta ahora. Poneros en círculo. Darcy, ahora mandas tú. - dijo Harry mientras la empujaba a el centro del grupo.

Darcy sonrió, se colocó en el centro y se remangó.

-          Bien, lo que vamos a hacer es intentar derribar a los maniquíes con los hechizos defensivos que hemos aprendido. Yo los controlaré. Ahora, todos en posiciones. - dijo con una seriedad que ni ella se creía.

Los alumnos se colocaron como debían y Darcy comenzó a manipular los maniquíes con su varita. Los alumnos lanzaban Expelliarmus con mucho entusiasmo y talento, tanto que hasta a Darcy le costaba manejar los maniquíes. Todos se estaban esforzando al máximo. De pronto, Ginny lanzó un hechizo que ninguno se esperaba.

-          ¡Reducto! - y el maniquí se rompió en pedazos y cayó por las rendijas del suelo. Todos la miraron asombrados y la felicitaron.

Pasaron los meses y los alumnos seguían mejorando poco a poco. A medida que se acercaban los Timos, las reuniones con el ED eran cada vez más escasas. El día de la última reunión, Harry y Darcy prepararon a sus alumnos una sorpresa que ni Hermione ni Ron se esperaban.

-          Bien, Darcy y yo tenemos una gran sorpresa para vosotros. Hoy como último día, os enseñaremos a realizar un Patronus.

Todos se miraron entusiasmados y sorprendidos. Harry y Darcy les enseñaron su Patronus y rápidamente se pusieron manos a la obra. Los dos chicos les daban las instrucciones esenciales para que lograran realizarlo. ¿La clave? Un recuerdo bonito. Poco a poco, los alumnos fueron haciendo sus Patronus. Darcy se acercó a Ron y le ayudó a realizarlo.

-          ¡Por las barbas de Merlín! Esto es alucinante... - dijo admirándolo.

Darcy iba a responderle, pero la sala comenzó a temblar. Cada vez era más fuerte y provenían de una de las paredes. Ron cogió a Darcy de la cintura para evitar que se cayese y está se refugió en su amigo. De repente, la pared salió por los aires dejando ver a Umbridge con su Brigada Inquisitorial. Draco apareció junto con Marietta, la mejor amiga de Cho, quien les había delatado. Uno a uno fueron saliendo tristemente y se dirigieron por orden de Umbridge al Gran Comedor. Todos menos Harry.

-          Como pille a Marietta... - dijo Ron sentándose en uno de los pupitres que había en el Gran Comedor preparados para los TIMOS.

-          No me puedo creer que nos haya delatado. - dijo Darcy rascándose la cabeza.

En ese instante, Umbridge apareció junto con Harry. Este se sentó en un pupitre entre sus amigos y les susurró algo que los dejó petrificados.

-          Dumbledore se ha ido. Umbridge nos hará lo que nos hizo a Darcy y a mí. Pero sin veneno.

A los 3 amigos no les dio tiempo a responder ya que Umbridge hizo aparecer las plumas del castigo en los respectivos pupitres. El resto de la Brigada repartió un trozo de pergamino a cada uno. Draco le tendió uno especial a Darcy. Detrás de él, había una nota escrita en un pequeño papel que decía:

Lo siento mucho, no tenía elección. Si luego necesitas algo mándame una lechuza J

Darcy le miró un instante y cogió la pluma. Tenían que copiar la frase: No debo desobedecer a la Inquisidora. Darcy comenzó a escribir y enseguida el dolor se apoderó de ella. Oyó como Hermione sollozaba y los gemidos de Ron. Se le partió el alma al ver a sus amigos en aquella situación. Cuando acabó el castigo, los cuatro amigos se fueron a su sala común. Al llegar, Harry curó la herida a Hermione y Darcy a Ron. La joven ojiverde siguió los pasos que Draco hizo para curarle a ella. Comprobó que no tenía veneno y le vendó la mano. Ron se quejaba mucho.

-          Aguanta Ron, ya casi acabo. - le tranquilizaba su mejor amiga.

Al finalizar, Ron se tumbó en su hombro a relajarse del dolor. Hermione y Harry se sentaron enfrente de ellos. Ninguno decía nada. Estaban devastados. Tras estar un rato así, bajaron a cenar ante la mirada de todos. Comieron sin ganas y se disculparon con el resto del ED. Después subieron cada uno a dormir. Darcy se sentó en su cama, cogió pluma y papel, y le escribió una carta a Draco:

Querido Draco:

Umbridge nos ha castigado de la misma manera que lo hizo conmigo y con Harry, pero sin veneno. Estoy bien, no te preocupes. Entiendo que tuviese que hacer lo que Umbridge os mandó. Hicimos el ED para aprender hechizos defensivos. Por eso me iba rápidamente de nuestras quedadas. Espero que me entiendas.



Corazón de Profecía (Draco Malfoy & Darcy Healey)Where stories live. Discover now