Capítulo 7

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Capítulo 7: "Cambios"

La segunda noche había pasado prácticamente volando, y el amanecer ya había llegado.

Los primeros rayos solares atraviesan la minúscula ventana de aquel cuarto de baño, brindando calor y luz al lugar.

___ se encontraba sentada e inconsciente en una esquina de éste. Claro, no por mucho. Los rayos solares parecen molestar a la chica, la que frunce el ceño, para seguido de eso abrir los ojos de golpe. Algo de lo que de inmediato se arrepintió, tras recibir una ceguera temporal.

Ya recuperada, mira a su alrededor y se coloca de pie alerta.
¿Qué hacia allí?

No lo piensa mucho y opta por sentarse en la taza del baño.

¿Qué?

A pesar de todos sus sufrimientos, toda la situación, todo el rompecabezas sin armar de la situación, ella era al fin y al cabo un ser vivo.

Uno que tiene sus necesidades...

Luego de hacer sus "necesidades" agradeció mentalmente que al menos había papel higiénico.

"Al menos ah tenido una pizca de consideración en este sentido el lunático ese". Piensa, para luego considerar tomar una ducha. De todos modos ya estaba allí, no desperdiciaría tal oportunidad.

La chica había notado que sus heridas ya no existían, excepto la de la muñeca anteriormente atada por la cadena, al parecer ya había dejado cicatriz. Cosa que unas simples semillas no podían arreglar. Para su desgracia.

Al echar a correr el agua de la ducha, un par de maldiciones se escapan de su boca. ¿Acaso ese maldito no conocía el calefactor?

Aún maldiciendo a cierta persona, prosigue su ducha.
Simplemente le hubiese gustado quedarse allí una o dos horas, porque simplemente se sentía sucia.

Pero debía buscar una salida, debía pensar, idear algo. No sabía cómo, pero iba a salir de allí. Cueste lo que cueste.

Al salir de la ducha, saca una de las toallas colgadas y le da un secado rápido a su cabello, al igual que a todo su cuerpo.

De repente su vista se dirige hacia la ventana. Era muy diminuta, demasiado a decir verdad. Con suerte y le cabría la cabeza.

Ventana: Descartada para escapar

Así que la única opción, sería la puerta. Pero...¿Cómo escapar de las garras de un Saiyajin? 

___ camina hacia la puerta, para luego tratar de abrirla, pero el seguro estaba puesto. Era algo obvio. Vegeta no sería tan estúpido, como para dejar la puerta abierta como si nada.

La chica muerde la punta de su pulgar pensativa.

No dura mucho en aquella posición, al oír el crujir de la puerta. Al instante de aleja unos pasos hacia atrás.

Al ya abrirse, aparece el tan nombrado "Lunático", Vegeta.

Este sonríe de lado hacia la chica.

-Al parecer aprovechaste de darte una ducha- Dice éste en tono relajado. Pues claro, justamente eso esperaba. De verdad hubiera sido un gran fastidio volver y encontrar a la chica aún tirada como un simple saco de papas.

___ alza una ceja...

-Claro, ni modo que me gustara andar por la vida cubierta de sangre seca.

Vegeta poco a poco se fue acercando a la chica y ésta por instinto retrocede.

-Tranquila, sólo voy a....-No alcanzo a terminar la oración a coste, pues en ese momento sacó unas esposas dobles y coloca una en la mano cicatrizada de la chica, para luego colocarse la otra.

El RetornoWhere stories live. Discover now