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POV Jungkook.

La semana pasó sin contratiempos, mis hyung's no volvieron a hablar del tema e incluso, cuando algún programa televisivo hablaba acerca de la agrupación femenina, y yo me encontraba cerca, ellos le cambiaban de canal o apagaban la pantalla. Estaban ahogándose en un mar, exagerando al punto de la exasperación y la molestia. Pero a la vez comprendía que se comportaban como cualquier fan que quería proteger a su artista favorito. Aunque ellas ni siquiera sospechaban del amor que mis mayores les profesaban.

No teníamos tiempo de hablar de nada. El día lo consumían los ensayos para el próximo comeback. Mi cabeza dolía, estaba estresado, molesto, cualquier cosa por nimia que fuera hacía que mi paciencia se esfumara. Por esa misma razón aquella noche, decidí salir a relajarme un rato. A que la brisa nocturna me arrebatara todo ese mal temperamento que últimamente me traía problemas. Despedirme de mis hyung's fue sencillo. Ninguno preguntó a dónde me dirigía, sólo saludaron con la mano y asintieron. Seguramente también se encontraban en las mismas circunstancias que yo.

Al parecer, la idea resultó maravillosa, afortunadamente no había muchas personas merodeando por las calles y eso hacía que mi preocupación fuera menor, por el temor de andar a solas. Por algún lugar la canción que hace días había escuchado después de una discusión, llegó hasta mis oídos. Suspiré, tal parecía que mi destino estaba ligado a ellas, de una u otra manera. Le resté importancia al asunto y seguí caminando. Al llegar a la acera esperaba que el semaforo cambiara y así poder cruzar, cuando vi a ésa persona extraña. Era la única persona que se encontraba en la calle, y sentí el temor recorrer cada parte de mi cuerpo. ¿Y era un ladrón o algo semejante?
El semáforo cambió, y a pesar de que yo comencé a caminar, ella no lo hizo, parecía que algo en su teléfono celular era más importante. Con suaves y pequeños pasos comenzó a moverse, sin dejar de mirar la pantalla y fue ahí cuando yo me percaté, que ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia. Caminé un poco preocupado porque pronto el semáforo cambiaría y parecía que a ella no le importaba. Seguía caminando sin mirar al frente. Y yo, miraba hacía atrás, hacía ella.

El color cambió y los pocos automóviles emprendieron la marcha, no quería ser testigo de una tragedia y a pesar de que le gritaba una y otra vez, no obtenía respuesta. Con todo el impulso de quién saber que está apostando la vida, tome de sus hombros y le jalé con toda la fuerza de mis brazos, hasta que le mantuve de mi lado. En un lugar seguro. Con el corazón latiendo a mucha velocidad, estaba por decirle que fuera más considerada y que tuviera cuidado, cuando reveló su rostro.

No podía creerlo, mis labios se quedaron entreabiertos y casi olvidé como se respiraba. Ahí estaba, la persona que estaba siendo una molestia para mí los últimos días, con los ojos bien abiertos, y el temor desbordándose.

Segundos después, soltó el aire que suponía había estado conteniendo, y relajó sus hombros. Me miró de nuevo y una mueca que parecía ser una sonrisa, se hizo presente en su rostro.

-Oh, sunbaenim, yo... gracias. Iba distraída, sino hubiera sido por usted, seguramente yo...- No terminó la frase, pero sus pestañas comenzaron a brillar, sinónimo del llanto. Aún así, ni una sola lágrima salió de su rostro.

Sinceramente, no sabía como sentirme. Por una parte mi lado humano, deseaba consolarla y decirle que estaba bien, que ya se encontraba a salvo. Pero por el otro, estaba avergonzado conmigo mismo, por todos los pensamientos que había estado teniendo hacia ella, sin ni siquiera conocerla.

-Por favor, dígame cómo puedo pagárselo.- No aparezcas frente a mí otra vez, por favor... El pensamiento golpeó súbitamente mi consciente y moví la cabeza para eliminarlo, algo que provocó que ella sólo insistiera.

-No. No necesito que me lo pagues, gracias.- Su ojos me miraron extrañada, pero después sonrío, sin lastimarse con el tono de mi incontrolable voz. Me regañé internamente.

-Ahora se ha convertido en el heróe de la noche, gracias de nuevo.- Y tras una pequeña reverencia, se alejó a toda prisa, sin voltear ni una sola vez atrás, mientras yo seguí observando su espalda, y con sus palabras haciendo eco en mi mente.

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⏰ Last updated: Feb 20, 2017 ⏰

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