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POV Jungkook.

La dulce voz me despertó y por unos instantes creí estar en el cielo, pero entonces la canción terminó y ella se evaporó. Era la única manera en la que podía tenerla, sentirla más cerca; con su música. IU sunbaenim, era para mí, un ángel caído del cielo. Lamentablemente, no podía acercarme a ella, porque eso traería problemas para ambos. Hubiera mentido si dijera que que fueron pocas las veces que lo intenté. Pero, supe al final, después de tantos intentos (y gracias a los consejos de mis mayores) que lo mejor sería resignarme. Para protegerla a ella y a la vez a mí.

Con el sueño aún entre los ojos, y tratando de espabilarme un poco, me dirigí a la sala, dónde suponía que Jin hyung se encontraría preparando el desyuno. Pero no fue así. Todos mis hyung's, con excepeción de YoonGi, estaban ahí, frente al monitor, observando un vídeo que a primera vista no lograba reconocer.

-¡Oh, Kookie, ven aquí y mira lo bonita que se ve tu novia!- JiMin hyung, otra vez. Dejó salir aquellas palabras, y yo me acerqué a ver de que se trataba. El suspiro que salió de mis labios fue mal interpretado.

-Así que era cierto, maknae. Yeri, es demasiado bonita. De verdad que su visual no es un juego.- Agregó Jin hyung, mientras miraba la pantalla y me daba suaves palmadas en la espalda, algo así como una felicitación.

-He visto visuales mejores.- Mis palabras debieron sonar demasiado duras, porque todos voltearon a verme de una manera tan sombría, que llegó a darme escalofríos. Sólo me encogí de hombros.

-Oye, oye, ¿ha sucedido algo?-. Escuché la voz de RapMon por primera vez en la mañana.

-Hablas como si la odiaras.- Dijo TaeHyung con extrañeza.

-Tal vez si ustedes siguen molestándome con ella, conseguiran que lo haga.- Sentencié, dando por terminada la conversación. Antes de volver a mi habitación.

No sabía que sucedía conmigo. El simple hecho de mencionarla, me provocaba un molestia en el estómago. No me atrevía a ver el vídeo, porque no quería. Pero la curiosidad mataba al gato. Y al final terminé muriendo. Porque después de cinco minutos, de que mi corazón se calmara de la pequeña discusión con mis mayores, me encontraba tecleando el vídeo.

Era bonita, sabía desde la primera vez que la había visto. Pero ahora, en éste comeback, su belleza resaltaba incluso más que las demás o solamente era yo, guiándome por las palabras de Jin. Al final no pude seguir viéndolo porque de repente sentí miedo. Y es que sonreía tanto, que por un momento sentí que el cielo sólo se encontraba un poquito más cerca. Y yo no quería llegar a el.

Aprendiendo a amarte. Where stories live. Discover now