Problemas pequeñamente grandes.

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Mi transporte personal había llegado y les dije a los chicos que se embarcaran en el transporte.

—Hola chicos... —Dijo un poco extrañado— ¿A dónde los llevaré el día de hoy?

 —Lo siento por no avisarte antes, si no que fue decidido a último momento, vamos al cine.           

—Muy bien señorita Valentina.

 —Sabes que puedes decirme Val, Daniel   —Dije sonriendo. 

Llegamos al cine y yo estaba sin ánimos, pero necesitaba despejar mi mente de lo que había pasado, el lado positivo de esto es que no voy a ver a Alejandro... ¿Verdad?... 

Al llegar nos dividimos en dos grupos, dos de nosotros compraban los boletos y los demás compraban las palomitas, refrescos y dulces.

 —Val, tú y Miguel vayan a comprar las entradas mientras que los demás vamos a comprar las palomitas y refrescos ¿Te parece bien? —Dice Raquel entusiasmada.                                              

—Me parece bien, vamos Miguel. 

En el camino Miguel y yo íbamos hablando y riendo. Ya no estaba tan triste porque Miguel me hacía reír muchísimo, de pronto alguien choca con Miguel...

— Oye amigo mira por donde caminas, —Dijo muy calmado— podrías lastimar a alguien si no te fijas por dónde vas.

—¿Y a ti qué te importa si lastimo a alguien? —Dijo Alejandro con una actitud desafiante.

—Me importa mucho las per... ¡TÚ! Por tu culpa mi amiga está mal. 

Miguel estaba a punto de golpear a Alejandro, pero yo lo detuve para que no nos sacaran del cine y para evitar seguir sufriendo.

—¡Vamos, Miguel! la violencia nunca ha resuelto nada, al menos no para mí.

—Ok, está bien solo porque tú me lo pides... ¡Pero tú solamente te salvas por ella! —Dijo señalando a Alejandro.

Nos fuimos y me puse a llorar.

—Val, no llores por ese mal nacido. Él nunca mereció tus lágrimas, pobre de él porque no vio a la chica valiosa que tenía para él y ahora que asuma las consecuencias. —Hizo una larga pausa— No sabes lo que daría por tener a alguien como tú...

—Evadiendo lo último que escuché— Tienes razón, no derramare otra lágrima por él.

— Así me gusta, ver alegre y feliz a la persona que tanto quiero.

—Vamos no exageres, mejor vámonos a comprar las entradas, los chicos deben estar esperándonos—Digo sonrojada—.

—No exagero, pero tienes razón vámonos.

 Nos fuimos a la taquilla para comprar los boletos y de allí nos fuimos rápidamente con los chicos, ellos estaban esperándonos, entramos a la sala para al fin ver la película...

Tiempo después cuando acabo la película, Raquel me pregunto porque nos habíamos tardado tanto y Miguel y yo le contamos todo lo que había sucedido, todos quedaron en shock. Veo mi reloj y ya eran las 16:00m. 

  —Chicos tengo que irme, ¿Quieren irse conmigo o se irán por su lado?

 —No, mejor ve tú para que no te castiguen por culpa nuestra —Dice Miguel en tono comprensivo— Y... no queremos ser molestia.

—¿Quién podría castigarme? Saben que mis padres nunca me prestan atención. Además, ustedes nunca me van a molestar. —Hago una pequeña pausa— ¿De acuerdo?

Todos asintieron. 

Salimos del centro comercial, para esperar a Daniel.

 —Daniel, lleva a mis amigos a sus casas. ¿No hay problema? 

—Claro que no señorita... —Hizo una pausa— ¿Val, no? —Dijo entre risas— ¿Y en qué orden los llevaremos?   

—Primero llevaremos a Corina que es la que más cerca vive, segundo vamos a llevar a Sebastián, de tercera a Roxana, de cuarto vamos a llevar a Santiago, quinto vamos a llevar a Raquel y por último vamos a llevar a Miguel.

—Muy bien señorita Val

No puedo dejar de pensar que habrá sido de Alejandro, cómo estará, ya habrá comido, de                verdad ahora más que nunca, NO PUEDO dejar de pensar en él...

El invierno de Valentina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora