As Long As We Are

B. W.

BLACKLIVESMATTER n they WILL ALWAYS MATTER

—¿Te gusta?— Pregunte sin contener ni un poco mi sonrisa.

— ¿Hablas del sexo o del celular?—Contesto con una sonrisa mientras reía.

— Del celular.— Respondí riendo.

— Bueno, el sexo tambien es bueno, pero ame el celular.

— Sabia que te iba a gustar, acaba de salir y quería que tuvieras el mejor teléfono, es lo que mereces.— Comenzamos a acercarnos y me dio un beso tan dulce que se sintió como si fuera el ultimo, ambas sonreímos.— ¿Palomitas?

June asintió, me puse la camiseta larga que estaba tendida en la silla de mi cuarto y me la puse encima, camine hacia la cocina y cuando di el primer paso fuera de la alfombra de mi habitación senti un escalofrío, el piso estaba mas frío que nunca, aunque no era sorprendente ya que afuera estaba a tres grados bajo cero y yo estaba caminando sobre mis calcetines, comence a bajar las escaleras y senti un terrible dolor en el pie, lo levante y vi una pieza de lego, inmediatamente pense:

— Alec.— Susurre.

— ¿Que dices?— Dijo June desde mi habitación.

— ¡Alec dejo sus piezas de lego en todas las escaleras!— Respondí riendo.

June soltó una carcajada y me pregunto que si estaba bien, solo dije que si y seguí bajando las escaleras, mientras mas bajaba mas sentía que el piso se enfriaba y por lo tanto tambien mis pies, entre a la cocina abri la lacena y saque una bolsa de palomitas, las metí al microondas y oprimí los botones tres cero cero, mire el suelo, el camino de la puerta trasera estaba lleno de nieve, tal vez por eso estaba frío el suelo, caminé por la escoba que estaba en el cuarto de servicio y comencé a barrer la nieve, entonces escuché el timbre, aquel Ding Dong había una sola vez y ya sentía que estaba desesperada.

— ¡June!

— ¿Que pasa?

— ¿Puedes abrir tu? ¡Debe ser la pizza!

— ¡Voy!

Jale la perilla de la puerta y sentí como la fuerza del aire empujaba hacia dentro la puerta, así que puse fuerza con mi mano para que no se cerrará, sentí todo el aire frío del invierno correr por mi cuerpo completo, se sentía como si el aire estuviera teniendo una competencia con la nieve, volví a escuchar el timbre, al parecer June todavía no se levantaba de la comodidad de mi cama, no la culpo, tiene frío muy fácilmente y no aguantaría estar descalza sin sentir que se desmaya, comencé a empujar la nieve que estaba dentro de la cocina con la escoba que tenía en mi mano derecha, el timbre volvió a sonar así que solo le grite a June que bajara y abriera la puerta, en mi intento de cerrar la puerta se azotó por el fuerte soplido del aire, faltaban treinta segundos para que las palomitas salieran del microondas, el timbre volvió a sonar, así que decidí ir yo a abrir la puerta, comencé a caminar hacia la puerta principal y el frío del suelo se iba sintiendo igual que al de la cocina, sentí un escalofrío que erizó toda mi piel.

— Emory. —Dijo June con una mirada que expresaba el terror que sentíamos las dos en el momento.

Vi a June, tenía solamente un short encima y estaba esposada con las manos atrás de su espalda y había tres oficiales a lado de ella, dos hombres y una mujer, estaba sintiendo pánico y quería llorar, pero estaba confundida.