#6

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El destino algunas veces se comporta como una perra. La maestra de anatomía no ha tenido mejor momento para explicar el desarrollo del embarazo hoy. Semana tras semana va explicando los cambios que va teniendo el embrión a lo largo del proceso.

Según la profesora, ahora mismo, en la semana 10, ya no es un embrión, sino un feto. Mide aproximadamente entre 4 y 5 centímetros, es muy pequeño. Sus órganos ya fueron formados, y su corazón, riñones e intestinos funcionan. Le van a empezar a crecer las uñas, sus dedos ya se están separando.

Incluso, dice que será capaz de doblar sus manos y piernas. Oh Dios, es un pésimo momento para saber todo esto, y peor es ver las imágenes de ecografías, ¿así estará mi bebé? No, Mich, no pienses en eso ahora mismo.

No veo la hora para que la clase termine de una vez por todas, después de cuarenta minutos más de tortura, finalmente la campana suena. Dani me indica que irá donde su madre y que después pasará por mi casa, para dejarme las pastillas.

Mientras espero a Dani busco en internet información sobre las pastillas, para estar preparada acerca de los posibles efectos que pueda tener en mi cuerpo. Me da un poco de miedo lo que leo, pero confiaré en que todo saldrá bien.

Alrededor de una más tarde tengo a mi mejor amiga frente a mí, explicándome detalle a detalle lo que debo hacer, supongo que es normal tener nervios, a nadie le gusta someterse a dolor a propósito, y por más que Dani diga lo que diga, sé que me dolerá.

- ¿Me estás escuchando, Michelle? Tienes que prestar atención a lo que te digo, para que todo salga bien.

- Sí, sí, entendí todo perfectamente, descuida.

- ¿Estás segura de que no quieres que me quede contigo?

- No, Dani, es algo que tengo que hacer sola.

- Bueno, cualquier cosa me avisas ¿sí? Estaré pendiente al teléfono.

Si quiero que me haga efecto en la noche, debo tomarlas ahora mismo, vamos Mich, puedes hacerlo, es lo mejor para ti, y también para el bebé. Bueno, feto, lo que sea. Bajo a la cocina por algo de agua y me sobresalto al percatarme de que no estoy sola.

- Louis ¿qué haces aquí?

- Vivo aquí.

- Lo sé, pero, pensé que estarías en clases. Sueles regresar más tarde.

- Salí antes, porque necesitaba hablar contigo.

- ¿Ha sucedido algo?

- Sucede que no solamente somos hermanos, también somos mejores amigos, siempre nos contamos todo y sabemos absolutamente todo el uno del otro, ¿no es así?

- Por supuesto, Lou.

- ¿Sabías que cuando mientes tus fosas nasales se abren un poco más? Como si fuera la nariz de un mono. Y también, cuando pasas por algún problema me evades, para que yo no averigüe lo que está pasando, y hablas extremadamente fuerte por teléfono.

- Louis – intento hablar, pero me interrumpe.

- Esa historia de la tarea de ética no me la creí para nada. Dani no está embarazada, sino tú ¿no es cierto?

Asiento y bajo la mirada, no soy capaz de decírselo mirándolo a los ojos, no quería que nadie se enterara en la familia, siento que se acerca a mí, y me abraza, no sé cuánto tiempo permanecimos así, pero por primera vez en mucho tiempo sentí que no estaba sola.

- ¿Dani te dio las pastillas? – pregunta y asiento - ¿ya las tomaste?

- Aún no, justo estaba por hacerlo.

Embarazada de una estrella popWhere stories live. Discover now