Primera parte.

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Viernes 13 de Noviembre, 2015.
7:30 A.M

Era una nublada mañana de otoño. El clima era agradable para mí, siempre preferí el otoño. Ver las hojas caer, sentir el viento sobre tu rostro, alborotando tu cabello. Es simplemente una sensación increíble.
En la radio se puede escuchar la armoniosa voz de mi cantante favorito, mis labios se mueven inconscientemente siguiendo la letra de la canción. A mí alrededor los autos y grandes buses rojos característicos de Londres pasan a gran velocidad, quizás algunos conductores estén atrasados u otros solo quieren llegar rápido a algún lugar.

Estar viviendo en Londres, ha sido algo totalmente diferente para mí, partiendo desde conducir por el lado derecho hasta los grandes edificios. Siempre soñé estar aquí y ahora voy en mi BMW mini camino a mi trabajo en la editorial.

"Editora"

Desde que tengo memoria siempre me gustó leer, era una de mi pasiones.
Recuerdo como mi madre me regañaba cuando me encontraba leyendo a altas horas de la madrugada, pero era algo inevitable, simplemente no podía parar de leer.

La canción en la radio ahora ha cambiado, let it be de The Beatles suena por los altavoces.
Me faltan solo un par de manzanas para llegar a mi lugar de trabajo. Lesley, mi secretaria ya tiene que estar allá. Seguramente sobre mi escritorio hay una ruma de libros nuevos que editar, una taza de mi café favorito y posiblemente una que otra carta de algún escritor o de mis jefes.

Hace ya tres años que trabajo en la Editorial Bloomsbury Publishing, conocida principalmente por la saga de libros de Harry Potter.

Cuando dejé mi curriculum en esta editorial nunca pensé que podrían aceptarme realmente. Es una editorial con mucho prestigio y yo solo soy una simple chica buscando su trabajo ideal. Estudiar Licenciatura en lenguas y literatura inglesa definitivamente fue lo mejor que pude haber hecho.

Ahora estoy simplemente a unas cuatro cuadras de la editorial.

Mi celular comienza a sonar, seguramente es Emily, mi mejor amiga desde que llegué a Londres.
Miro hacia adelante, para ver si hay algún auto cerca de mí. No veo ninguno. Estiro mi brazo hacia el asiento del copiloto para alcanzar mi cartera y coger mi celular. Busco, pero no lo encuentro. Sigue sonando, finalmente volteo hacia mi cartera y veo dentro de ella mientras sigo conduciendo con una mano. Entre la infinidad de cosas que hay dentro de ella logro hallar mi celular. Efectivamente es Emily, contesto su llamada aún sin mirar hacia el frente. Ella habla, pero no logro entender lo que dice, lo único que puedo escuchar es la bocina de un auto detrás del mío. Por fin miro hacia el frente y quedo totalmente bloqueada, mi celular cae de mis manos. Tomo el volante con ambas manos, pero ya es muy tarde.

No puedo impedir el impacto. Mi cabeza impacta contra el parabrisas. Siento el ruido de los vidrios quebrándose, los frenazos de los demás autos. Un pitido muy fuerte es instalado en mi oído. Puedo sentir la sangre correr por un costado de mi rostro. No sé cuánto tiempo estoy exactamente en la misma posición. Siento como alguien abre mi puerta y me saca cuidadosamente del auto. Me toma en sus brazos y se sienta conmigo en el suelo. Mi cabeza está apoyada en su hombro. Creo que no estoy del todo consciente, sin embargo puedo escuchar vagamente como el desconocido grita por ayuda. Una mano aparta los cabellos ensangrentados de mi rostro y acaricia delicadamente mis mejillas. Escucho las sirenas de una ambulancia cerca, trato de abrir mis ojos, me toma un esfuerzo inmenso, pero finalmente puedo abrirlos un poco. Miro al desconocido, es un hombre, mas no logro distinguir muy bien su rostro.
Él me mira, creo que me habla, al parecer pregunta mi nombre, sin embargo, soy incapaz de contestar, veo sus labios moverse, son unos lindos labios en forma de corazón, rosados. Mis ojos se cierran nuevamente.
Siento la ambulancia muy cerca. Intento nuevamente abrir los ojos para ver otra vez a aquel desconocido de lindos labios.

Pestañeo, y mis ojos se abren. Esta vez trato de enfocar su rostro, trato de que mi cerebro procese la imagen. Observo su rostro, la imagen no es nítida, no obstante esta vez puedo ver sus ojos. Unos hermosos ojos verdes, deseo saber su nombre, deseo poder agradecerle haberme salvado y llamar por ayuda. Intento transmitirle con mis ojos medio abiertos lo que no puedo decir. No puedo hablar, mis labios se mueven solo soltando balbuceos. Soy capaz de escuchar como él me dice, "tranquila, todo estará bien" "Shh, ángel, tranquila".
Un intento de sonrisa se asoma en mi rostro al escucharlo llamarme ángel. Escucho como las puertas de la ambulancia son abiertas, las ruedas de la camilla resuenan por el pavimento.
Percibo como el desconocido se pone de pie conmigo aún en brazos, me recuesta delicadamente en la camilla. Comienzan a moverme hacia la ambulancia. Siento una mano cubriendo la mía, las puertas se cierran. Me acomodan una mascarilla de oxígeno en el rostro, agujas se incrustan en mi piel. Aún puedo percatarme de la mano que cubre la mía, nuestros dedos están entrelazados.
Abro mis ojos una vez más y veo directamente a sus ojos, es el desconocido. Él está a mi lado. Siento como el mundo comienza a desvanecerse para mí. Observo sus ojos verdes y luego todo se vuelve negro.

Esos ojos verdes fue lo último que vi antes de desconectarme del mundo.

El chico de los ojos verdes. H.S.  [One Shot]Where stories live. Discover now