Soy George, Angelina

Amor no correspondido

George tardó en tomar la decisión de ir a Irlanda a visitar a Angelina. Sabía que ella le había invitado expresamente cuando se vieron en Navidad, pero ya habían pasado dos meses y no se habían comunicado desde entonces. Había podido leer en el diario mágico francés que la relación amorosa entre su amiga y el buscador del Sacre Coeur iba viento en popa. Si ellos estaban divirtiéndose y llegaba él con sus dramas, se sentiría mal por arruinarles el momento.

Lo cierto era que, luego de visitar a Charlie, George se sentía un poco mejor. Le había hecho bien que su hermano quisiera hablar de Fred, que fuera natural para él el extrañarle, no un problema que no debía nombrarse. Le había dicho a Charlie que, si el dinero alcanzaba, volvería a verle antes de volver a casa; su visita había sido una gran ayuda para el ánimo de ambos. Su hermano se negó a que él siguiera despilfarrando el dinero de Sortilegios Weasley y le prometió regalarle un pasaje si él lo necesitaba. Se despidieron con un abrazo y George partió hacia Irlanda.

...

Angelina volteó en la cama, aún adormilada, encontrándose con Thomas durmiendo a su lado. La noche anterior había sido un triunfo para Thomas, aunque no tuviera nada que ver con quidditch... Ella recogió su ropa y trató de dejar la cama, pero Thomas la retuvo de la muñeca suavemente.

- Quédate.

Ella apretó los labios, pero volvió a cubrirse con las sábanas. El muchacho la atrajo hacia sí y la besó en la punta de la nariz.

- Gracias- dijo y ella no supo si enternecerse con aquello. Thomas se estiró, adormilado, pero contento.

- ¿Quieres desayunar?- preguntó. Angelina asintió, porque tenía un hambre de lobo.

- Que tal si nos vestimos y desayunamos en...

Thomas ya había tocado un timbre y Angelina se cubrió la cara con la sábana antes de que entrara la mucama.

- Desayuno para dos, por favor. Huevos revueltos, café y... ¿quieres pastel? - preguntó el muchacho y Angelina respondió desde su escondite.

- N-no...

- Tostadas entonces. Y jugo de naranja. Gracias. - La mucama salió y Angelina se destapó, furiosa.

-¿Por qué hiciste eso? - preguntó.

-¿Hacer qué? ¿Querías jugo de manzana?- Se notaba que Thomas era sarcástico, y eso le molestó más.

-¿Es que te interesa que nos descubran?

Thomas resopló.

- Estoy harto de que no nos descubran. Angelina- suspiró- Tú y yo hacemos buena pareja. Conocerte ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Anoche... anoche fue una noche perfecta. ¿Por qué no querría que todos lo supieran, no tener que esconder que estoy enamorado?

Angelina se apartó de él, sorprendida. El muchacho frunció el entrecejo.

-¿Tú no me amas?

Angelina no fue capaz de mirarlo a los ojos. Ella quería amarlo, estaba segura de eso, pero... Era una tonta, debió saber que Thomas estaba en otra página, mientras ella sólo había querido olvidarse de ciertas cosas la noche anterior. Se sentía sucia, como si ella lo hubiera usado...

-Yo... lo lamento...- balbuceó. Thomas cerró los ojos un momento, pero luego negó con la cabeza.

-No importa. Sólo debo esforzarme más...

Pero claramente la situación era extremadamente incómoda.

-¿Puedo ducharme?- preguntó ella luego de un silencio.

- Claro.

Angelina corrió al baño y hubiera querido no tener que salir de ahí. O poder usar un traslador directamente desde ese baño hasta su casa. Sentía ganas de llorar.

Sorprendentemente, una lechuza voló hasta la ventanilla del baño y aleteó, esperando que la dejaran entrar. La chica pudo ver que llevaba una carta. Angelina abrió la ventana para poder recibir la misiva. La lechuza salió de inmediato de allí, sabiendo que no iba a encontrar alimento en ese baño tan chico.

Angelina sintió un gran alivio al ver que la carta era de George.

Querida Angelina:

No sabía si te acordarías, pero decidí tomarte la palabra y visitarte en Irlanda a finales de este mes. He estado con Charlie hasta ahora, lo que me ha ayudado mucho. Espero poder ser una compañía mucho más agradable que la que fui en Navidad. Tú dime cuándo podremos vernos, que estaré listo.
Un abrazo
George

Angelina salió del baño con una sonrisa, lo que fue una señal de alerta para Thomas.

-¿Qué sucede?

- Viene George- dijo ella con simpleza, antes de ponerse el abrigo y salir de allí.