Trago Amargo Para Amar (Laliter)

Capítulo 1

Narra Peter.

Caminaba en dirección a mi trabajo como siempre cuando un sonido me hizo observar a un lado de la avenida, donde pude percatarme que había una chica que estaba en ropa íntima, se veía asustada me acercó para ofrecerle ayuda.

-Señorita- La miró de arriba abajo.

-Por favor no me valla a hacer daños- Su mirada parecía perdida pero aun así lo único que transmitía era miedo.

-¿Daño? Tranquila ya comí- Le sonrió y le pongo mi chaqueta para cubrirla del frío.

-No es necesario.

-¿Que te paso?.

-Me robaron.

-¿Te hicieron daño ?- Le acarició con delicadeza su mejilla, ella solamente me observa- ¿Te hicieron algo ?

-Ella baja la mirada, se pone nerviosa solamente niega con su cabeza para luego hablar- Solo me despojaron de todo, no tengo nada ahora.

-"Solo me despojaron" ¿Lo dices así tan tranquila?.

-Si- me mira y su mirada aún transmitía miedo.

-Tranquila no soy un violador.

-Me mira fijamente- ¿Como sabias que... -Hace una pausa.

-¿Que como sabía que lo pensabas ?... Se muchas cosas por ejemplo que necesitas de mi ayuda un gusto me llamo Peter

-Mar..... Ianell me llamo Marianella.

-Mar, bueno un gusto, si quieres puedes venir a mi casa hay llamas a alguien que te pueda venir a buscar.

-Eh no tengo a nadie- Se quita la chaqueta - Yo resuelvo.

La miro tan indefensa y tan linda me da ternura le coloco la chaqueta nuevamente .

-Te la regalo y si quieres puedes venir a mi casa y te doy ropa de mi ....hermana.

-EH... No gracias.

-Confía en mí si viene otro no dudo que te lastime- Me alejó

-Peter espera.

-Volteo y logró mirarla fijamente _¿Vienes?- Ella asiente- Creeme que no te are nada.

Narra Marianella.

Durante el camino voy en silencio, aun no entiendo porque le mentí de esta manera, pero no puedo dejar que descubra quien soy, me salvo de esas personas malas, pero aun corro peligro.

-Entiendo tu desconfianza y realmente esta bien que sea así, pero hey - se detuvo delante de mí y me mira fijamente -Si hubiera querido hacerle daño ya lo hubiese hecho,sólo quiero ayudarte.

- Eh -Digo dócilmente no se que tiene sus ojos pero cada vez que lo miro me siento hipnotizada.

-Esta es mi casa- Dice dulce y algo nervioso al abrir la puerta mostrando su casa.

Era una casa pequeña, algo desordenada, algo anticuada.

-¿Esta es tu casa?.

-Si qué esperabas una mansión -Ríe- Pasa o ¿No está acostumbrada la princesita ?

-Sí estoy acostumbrada-Sueno muy segura a pesar de que estoy mintiendo- Mi casa es muy similar a la tuya.

Detalló que la cocina es muy pequeña, Las paredes eran de cerámica azules, pero uno ya pálido por los años, tenía que admitir que estaba muy limpia, la sala y el comedor estaba en el mismo espacio. Una mesa de madera de 4 puesto, unos sofás un poco viejos, no tenía televisor.