No tuve agallas para hablarte ésa noche, no tuve valor,no conozco tu nombre y me inunda la amargura de saber que nunca me lo podrás decir, sólo debía invitarte a bailar, pero no pude, no soy lo suficientemente bueno para vos, no estás a mi alcance.
Me arrepiento de no haber podido escuchar tu voz, de no verte a los ojos, de no escuchar tus historias, de no haber bailado con vos, de no poder decirte nunca que me gustaste, quizá, si es que el destino existe, te pueda volver a ver...
estabas hermosa ésa noche, nunca vi tan perfecta combinación entre una persona y un vestido así, y tuve toda la noche para hablarte, preferí quedarme en un rincón, observando como te aburrias, quizás nunca más te vuelva a ver, quizás nunca más pueda encontrarte, me lo perdí, tuve miedo al rechazo, por que son cosas que yo no puedo manejar, ojalá pudiera verte, sólo un minuto más, ni tu nombre sé y creó que símplemente me enamoré de la forma en la cual sonreías, ahora me arrepiento demasiado, tu cabello largo y negro hacía que la noche pareciera un chiste sin gracia, simplemente la Luna no pudo brillar más que vos ésa noche, y flasheé un mundo de nuevo, es que, solo con acercarme a vos, y preguntarte "¿queres bailar?" hubieras dicho que si ó que no, por lo menos no me estaría carcomiendo la cabeza en este momento, no supe tu nombre querida chica de vestido rojo, y siento no haber preguntado por el, si se pudiera dar la imposibilidad de que leyeras este post y que veas lo que en una noche me hiciste sentir, aunque no creo que pase, quisiera que la vida me de una segunda oportunidad, para verte, y está vez poder hablarte, ¿quién sabe?, nadie puede comprobar que pasará mañana, no quiero soñar como un triste y desesperado soñador ocurrente, pero en todo tu esplendor en esa noche es lo único que puedo hacer ahora, soñarte.
