Capítulo 14

34 2 0
                                    

-Ya debemos irnos, es hora de almorzar chicos.- dijo Bianca, y obedecimos de mala gana. En realidad, lo estábamos disfrutando tanto que incluso se nos había olvidado que debíamos comer.

Después de que la guía se asegurara de que el grupo estuviera completo y que nadie se hubiera mezclado con los de otros grupos, emprendimos la marcha hacia el comedor, pero ya habíamos llegado demasiado tarde: todo estaba repleto.

-Creo que hoy almorzaremos paradas.- dijo Alice mientras recorríamos el lugar cargando nuestras bandejas de comida

-No Alice, debe haber asientos disponibles en alguna de las mesas.

-Pero todos ya escogieron una, será difícil que alguien nos deje sentarnos con ellos.

-No perderemos nada con intentarlo, vamos.- ordené.

-Está bien, pero tú serás quien hable.

Y Alice tenía razón... nadie quería cedernos ni siquiera los asientos vacíos.

-Hola,disculpen, queríamos saber si nos dejarían sentarnos aquí, es que no hay mesas vacías.

-Ehm... lo siento... pero esos asientos ya están ocupados.

-Ah, lo siento... ¿Han ido al baño?

-No, nuestras cosas están ahí ¿no lo ves?.- dijo en tono burlón y sus amigas al ver esto empezaron a reír.

-Bien, gracias.- le respondí enojada.

-Ese trío de niñatas engreídas son lo peor que puede existir en este planeta.

-Cálmate Mary... sabíamos que habría gente así.

-Lo sé, pero nunca imaginé a personas tan ridiculamente creídas como ellas.- refuté con irá.- Mira, allá hay cuatro asientos disponibles, podemos sentarnos en dos.

-¿En la mesa de esos chicos?

-Sí

-¿Y si también se niegan a darnos los asientos?

-No pediremos permiso esta vez.- respondí dirigiéndome a la mesa.

-Hey, tú... ¿Quién te invitó?.- dijo un de los chicos al verme sentar.

-¿Qué? ¿No puedo sentarme aquí?¿Acaso compraste la mesa? .- le respondí enojada, algo que pareció causarle gracia.

-No entiendo cómo es que aún hay sueltas niñas con tan mal caracter como tú.- respondió, y sus amigos rieron

-Las hay por personas tan pesadas como tú. Alice, siéntate.- ordené

-No Mary... parece que no les agradamos.- respondió susurrando tímidamente.

-Oh no, no se preocupen, la mesa entera es toda suya... nosotros ya nos íbamos.- agregó el chico.

-Pues gracias.- respondí sarcásticamente.

-De nada señorita.- dijo riendo.- solo... no asesine a nadie el día de hoy.

-¡¿Qué?! volteé a preguntar, pero ya estaban lejos, así que ninguno escuchó.

-Al menos ya tenemos donde comer.- dijo Alice.- aunque el chico no fue tan amable al principio.

-¿Que no fue tan amable? Se portó como un pesado de lo peor, no fue para nada amable, ni al principio ni al final.

-Ya Mary... respira, no te enojes por tonterías...

-Fffff... Está bien... tienes razón.

Estábamos por acabar nuestro almuerzo cuando dos chicos sonrientes se acercaron a nuestra mesa, y al parecer, recién iban a almorzar.

Mi Historia FavoritaKde žijí příběhy. Začni objevovat