El retrato de Snape

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La primera vez que Albus conoció a Severus Snape fue en su primer año.

James Potter habia tirado una bomba fetida al despacho de Filch y, por desgracia, Albus habia pasado por alli para ir a clase. No hace falta explicar que sucedió, no realmente, sino que basta con mencionar el que, en éste momento, se encontraba sentado frente al escritorio de la profesora McGongall, esperando a que ella llegue de hablar con el anciano celador e imponga el castigo.

Y, entonces, una voz habló detras de él.

--Vaya, vaya...--Albus se volteó sobresaltado: en uno de los mútiples cuadros que colgaban en la pared de su derecha (de los cuales, descubruó con un sonrojo, la mayor parte se encontraba mirándolo), un hombre de grasiento pelo negro parecía sentir un especial digusto hacía el, basandose en la forma en que le observaba--. Un Potter en problemas, pero mira lo que uno se viene a encontrar--su voz se encontraba cargada de sarcasmo.

Albus se quedó callado, sin saber exactamente que responder. Por lo general, él no solía ser considerado como el problemático de su familia, sino como el chico tranquilo y bueno, o, al menos, en comparación de su hermano James, quien parecía haber heredado aquel extraordinario talento de su abuelo, también James, de meterse en problemas.

Para su alivio, descubrió que no debía de contestar, pues otra voz interrumpió el intecambio;

--Bueno--ésta, era más amable, y, volviéndose, Albus descubrió a un anciano de cabello plateado, con una barba larga y anteojos como medialuna. Incluso aunque no tuviera la edad de su padre, era alguien fácil de reconocer: Albus Dumbledore le devolvió la mirada--¿Tu debes ser el bromista, James Potter?

--No señor--respondió, la emoción subiendole por la garganta. Al fin, se encontraba delante del tan amable y grande Albus Dumbledore. Era algo casi excitante, pensó, tomando en cuenta el hecho de todas las veces que oyó hablar de él y como, también, fue bautizado en su nombre--, mi nombre es Albus.

A Dumbledore se le llenaron los ojos de lagrimas, y Albus, conmocionado, la sonrió gentilmente.

--¿Escuchaste, Severus?--preguntó entonces, sobresaltando al niño.

¿Severus?

--Sí--Severus (Albus, como, literalmente, tenía la mandíbula colgando. No podía creer el hecho de que el mismísimo Severus Snape se encontraba frente a él. En cuadro, pero frente a él, de alguna forma) contestó--, sí. Muy conmovedor. El cuatro ojos nombró a su hijo como tú...

Se interrumpió aquel sarcástico discurso al momento en que la puerta del despacho se abrió, subitamente, y la profesora McGonagall ingresó por ésta

--Bueno, Severus, será mejor que me expliques que fue lo que sucedio, tu no sueles ser participe de cosas comi éstas.

El profesor del cuadro se volteó en dirección a la voz, luciendo terriblemente confundido.

--¿Qué? Yo no hice nada.

McGongall parpadeó confundida, y luego, comprendiendo, comenzó a reir de manera descontrolada. Albus también sonrió, levemente.

--No hablaba contigo, Snape--dijo--. Hablaba con Albus, Albus Severus Potter.

Snape abrió la boca de par en par mientras el retrato de Dumbledore reia a su lado. Tenía un sentimiento cálido en el pecho, algo que, de alguna forma, no era capaz de reconocer. Observó aquellos ojos verdes, que eran tan parecidos a los de Lily, y no pudo evitar sonreir. Una verdadera sonrisa.

Espero que les haya gustado

Estaba pensando, para que interactuemos un poco más, ¿Les gustaría dejar sus preguntas con respecto a mí o a la historia en los comentarios? O podría darles consejos, en caso de que así quieran. Estaría bueno hacer un capítulo sobre ello y conocernos más
Gracias♡

ONE SHOT-- SCORBUSWhere stories live. Discover now