-Si diga. –respondí una vez descolgada la llamada y sin ver quien era aquella persona que llamaba tan temprano en la mañana.

-Hijo. -dijo la voz, resonante y constante de alegría matutina.

-Si papá, ¿qué quieres? -dije con extrema pereza y molestia al hablar, no éramos los padre e hijos ideales que todos veían en las revistas que entrevistaban al poderoso dueño de un emporio de empresas que trabajan con el turismo interno y externo de los países bajos; muchas veces nos llevábamos bien, pero otras veces nos llevábamos de la patada, demasiado tiempo ocupado para hacerle caso a su hijo o a su familia, hasta ahora que somos casi adultos.

-Que vengas a París tu madre está enferma, dijo preocupado, pero algo estaba fuera de lugar había hablado con ella hacia dos días y se escuchaba bien, que digo bien se oía de maravilla.

- ¿Papá tiene que ser un truco de ella? -dije para comenzar a cabrearme; ya que para verificar si esto es verdad tengo que viajar a Paris algo que no me agrada en lo absoluto.

-Ella esta interna hijo, ayer en la noche nos la llevamos de urgencia. -dijo para comenzar a preocuparme - ¿En serio no es una broma de mal gusto papá? Le pregunte expectante del asunto que en este momento pasaba por mi cabeza, el cual era que ella estaba bien y de pronto cayo en cama; pero de seguro no era una broma ya que cuando era más pequeño ella padecía de crisis de salud y eso me hacía dudar de que fuera una broma.

-Sí, hoy compro el vuelo ¡adiós! respondí para después colgar la llamada que me había sacado de mi casilla y del éxtasis de la fascinante noche que pase antes con la loca del espejo para irme a duchar.

En mi mente solo pensé que de verdad son uno de sus trucos para hacerme ir a casa, pero tengo que ver si es verdad o la intriga no me dejara estar en paz aquí.

Natalia.

Al llegar al centro comercial me dispuse a ir a comprar y pasar por las vitrinas de las tiendas y ver cosas que me gustarían, pero no estaría dispuesta a pagar porque no las usaría y entre mis planes estaba comprar un par de zapatillas de ballet color lilas con brillos que había visto en una revista de ballet, al pasar por las tiendas veo una que atrae mi atención.

Al entrar me encontré con una señora de no más de treinta y nueve años de edad la misma que tendría la mía si no hubiera muerto, la cual estaba ayudando a su hija a probarse zapatillas de ballet para lo que parecía ser su primera vez usando unas; no pude evitar quedarme estática admirando la escena, cuando de pronto o la joven de la tienda me saco de mi ensimismamiento y me mostro las zapatillas que le había señalado una vez entre a la tienda.

Miré hacia los lados Y pude observar los lugares para probarse las zapatillas y otro para bailar con estas ya puestas.

Me coloqué las zapatillas color lilas con brillos para comenzar a estirar las piernas y me muevo con total delicadeza para no caer, pero siento como alguien me hala y dice; lo estás haciendo mal no es así- para después mirarme bien el rostro, se acerca y estira su rubio brazo- mi nombre es Anabel, solo Ana para los amigos.

Un gusto Ana, pero no te conozco- respondí sin más y esta me miro extraña- y el mío es Natalia, solo Nath para ti- le dije.

-Un gusto igualmente Natalia y creo que seremos buenas amigas-dijo y sonrió.

Ahora que la veo bien ella se me hace conocida, como si me recordara a alguien que no deseo conocer- Pero siento que me eres parecida a alguien-solté de repente – pero Ana de verdad no sé quién –rio por mi metida de pata- no debiste escuchar eso- me excuso.

Mi hermano mayor vive aquí hace varios años de lo más seguro lo hayas visto en algún lugar-respondió muy confiada.

-no –moví ligeramente mi cabeza- yo no lo he visto –digo sincera- solo que fuera aficionado al violín-pienso en el chico de esa vez- o que alguna vez me haya visto en mis practicas- dije para concluir.

-tu tocas y yo bailo- dice entusiasmada- que buena combinación Nath, te puedo decir así- yo asiento con la cabeza mientras la veo.

-vez lo que dije, -me señala- seremos unas buenas amigas a y nos veremos por ahí- se despide.

Solo respondí con un simple adiós Para después dirigirme a la caja y pagar por lo pedido.

Cuando salgo prefiero caminar con mis guardias siguiéndome despacio, a una cuadra cerca de la plaza veo un pequeño camino el cual decido tomar; mientras camino por este sendero de rosas para poder sentarme en un banco para poder colocarme las zapatillas y dirigirme a un pequeño puente y comencé a estirar las piernas despacio y de una forma calmada. Termino el calentamiento previo empiezo a caminar mientras voy levantando mis manos y las junto para un estiramiento, cierro los ojos para empezar a imaginarme esa canción que quiero bailar y empiezo un giro, un ecatier, movimientos pop, me recuesto de la barra del puente estiro los brazos hacia atrás luego hacia delante me incorporo hacia delante poniéndome de puntillas y empiezo a avanzar de puntillas moviendo las manos en oleadas de arriba abajo delicadamente; hago un giro múltiple hago un croise derriere, lo repito pero esta vez más amplio y vuelvo hacer movimientos de hip hop en el suelo hago varios giros y me levanto haciendo una carreta con mi cuerpo para hacer tres cou-de-pied y avanzo tirando los brazos hacia adelante hago varios pasos hacia delante y finalizo con un Epaule.

Cuando termino de probar las zapatillas, y salgo del parque me dirijo al auto para que fuéramos a casa y en el camino mientras estaba contemplando el paisaje escuche mi celular sonar para luego ve que me llegó un mensaje que decía:

¡Ay! disculpa por estrenar tu nuevo juguete. Besos

Atte.: M.

Ese mensaje me dejó pensativa por un momento, ¿a qué juguete se refería? y preguntándome ¿quién es esa tal M? no tenía la más remota idea de ese número.

-Señorita Molín, averigüé todo sobre esta persona; dije para agregar, - investiga antecedentes, de este número, ¿Quién es, donde vive, que hace; todo lo relacionado a su vida? y a la psicóloga también hay algo que no me agrada de ella, por más que intento no desconfiar desconfió de la psicóloga, creo que escondía algo; las terapias no daban resultado hasta el momento de la hipnosis cuando sentí que mi subconsciente pudo despertar un poco.

Si joven Natalia, hoy mismo estoy reuniendo la información y le daré un breve reporte inmediatamente tenga algo; respondió.

Por otro lado, quiero información de Jack Naismith todo con cada detalle, como iba a casarme con alguien que no conozco y no tengo la más remota conciencia de sí lo he visto antes o no, pero concentrada en mis pensamientos luego de decirle, creo que lo he visto en algún lado, pero no recuerdo donde

- ¡si! Dijo, sacándome de mi letargo y agregando - Claro señorita, respondió una vez más.

Se podría decir que era la única en la que podría confiar a parte de mi abuelo y los empleados de la casa, los cuales siempre estaban preocupados por mí y pendientes a todo lo que hacía aunque sabia y tenía en claro que todo era por orden del abuelo y que para eso se les pagaba, cada vez que pasaban los días esta sensación tonta no se va, parece ser angustia pero no sé cómo sacármela de encima, pero no puedo; sé que se aproximan días sumamente ajetreados después de este viaje a Francia, todo indica que será de esa forma; pero la verdad hare de cuenta que nada me preocupa y disfrutare del viaje.

A Little bit of love (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora