capitulo 3

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Narra Valentina

No podía dormir, así que fui a la plaza donde conocí a Gonzalo a recordar y ver si podía sacar algo de la situación, pero lo único que pude sacar fue sus ojos y su hermosa sonrisa, estaba sentada en una banca que estaba bajo un hermosos y frondoso árbol y vi una luz que venía de el otro extremo del parque, me acerque y sentí un olor a algo quemándose, era droga, me acerqué más y ahora también sentía olor a bebidas alcohólicas, cerveza, empezaba a dudar de seguir y escuche una voz que se me hacía levemente familiar

-quién eres?- dijo entrecortada

Yo no respondí pero me seguí acercando, si conocía esa voz, cuando llegue a su lado, estaba con los ojos enrojecidos y dije

-quien carajos eres, que demonios te estás haciendo- dije sacándole un cigarrillo de marihuana da la mano,

-que te interesa a ti- dijo mirándome a la cara

-Dios Gonzalo, eres tú?

- sí, tu quién eres?

-Valentina, nos conocimos hoy

- a tu eres la chica guapa que se perdió- dijo con la voz entrecortada por la droga y el alcohol

- me dijo guapa- si claro la chica guapa, Dios Gonzalo porque haces esto¡ que dirían tus padres si te ven llegar así- le insistí

-Claro, mis padres- dijo con un tono triste, se quedó pensativo y luego grito- ge demonios te interesa a ti que piensen mis padres

-ahhh, vámonos a tu casa- dije enojada- no te dejaré aquí

-quien demonios te crees, no me pienso ir, aparte si me ven así me van a castigar por el resto de mi vida- dijo alargando la i en vida

-entonces vamos a arreglar esto, te vas a mi casa, pero aquí no te quedas, está claro-le dije tomándolo del brazo, y levantándolo del piso, claramente le gustó la idea porque sonrió y no opuso resistencia

Cuando llegamos a mi casa, o más bien a la casa de Susana lo metí con mi mano en su boca, ya que por el efecto de la droga estaba riendo a carcajadas, luego subimos las escaleras y lo metí el baño, le dije que se sacara la ropa y se amarrara una de las toallas que ahí habían para no tener que ver nada, Salí del baño, y cuando me dijo que estaba listo entre nuevamente, lo senté en la tina y antes de que pudiera decir algo abrí la llave del agua helada y grito muy, pero muy fuerte, así que Susana despertó, y preocupada toco la puerta del baño

-que sucede Valentina, algo va mal?

- no Susana, todo bien, es que me metí a bañar y abrí el agua helada por equivocación, lo siento

- te estas bañando a esta hora? Salte de ahí de inmediato que te vas a resfriar,

-okey ya me salgo,

Por suerte lo creyó todo, saque a Gonzalo de la ducha y le dije que se secara y que cuando estuviera listo se pusiera la bata que le deje sobre un mueble del baño, el asintió con la cabeza y cuando estuvo listo me llamo

-Valentina, estoy listo-dijo mientras salía del baño, yo Salí de mi habitación echa un rayo cuando lo escuche salir y lo metí a mi cuarto que constaba de un armario, una mesita de noche, una cama de plaza y media, un sofá cama, 2 sillas, 1 puf, y una ventana que permitía salir a el techo por la noche, o eso es lo que yo creía, llegué hace menos de un día, lo acosté en la cama y metí a lavar su ropa para que se pudiera vestir a el otro día, me bañe yo, me puse mi pijama y me acosté en el sofá a leer un libro que había sobre la mesita de noche, iba en el capítulo 22 del libro y me dormí, al otro día desperté con una ¿grata sorpresa?, sorpresa que se interrumpio con un grito

Antigua SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora