El doctor mira con tristeza a su hijo,
Bestia descomunal de corazón ajeno.
No sabe si matarlo o dejarlo vivo.
El monstruo ve a su padre,
Y nota su desencanto
En ojos que no ha heredado.
Monstruo sin espíritu propio,
Sino robado.
El padre ya jugó con las muñecas,
Ya creo con barro.