—Llegas tarde porque quieres—me dice aun sin soltar el volante.

—Prefiero llegar tarde a no llegar nunca, perdón por romperte el corazón pero manejas horrible.

—Tal vez sea esto lo que le pidas a tu papá para la graduación—dice deslizando sus dedos en el volante de forma seductora.

—No, es un gasto innecesario, además tengo quien me preste el suyo por el momento, para llegar a la escuela.

—¡Disculpa! pero a comparación de ti, YO sí tengo una vida social.

—¿Estás diciendo que no tengo vida social?

—Haber... veamos... ¿Cuántos amigos tienes?—comienza a contar sus dedos y después de contar todos, deja tres dedos al aire—sí, tu vida apesta—dice como si les estuviera hablando a sus tres dedos.

—¡Gracias por recordármelo!, ahora me siento ¡tan feliz!, de verdad, adoro tanto tu sinceridad—finalizo llevándome las manos al pecho.

—De nada querida, para eso estamos las buenas amigas, para echarte en cara todo lo que nunca puedas lograr y recordarte la vida patética y miserable que arrastras por no ser como los demás.

Enarco una ceja al escuchar esto y después digo:

—¿Sabes? después de esto ya no me importa mi vida, maneja tú—cierro la puerta de golpe, rodeo el auto y me siento en el asiento del copiloto.

Así es Marlene, una chica que no mide las consecuencias de sus actos, sin embargo nunca se mete en problemas por ello, "Casualidad, destino o suerte", razonando científicamente, ninguna de las tres me parece posible. Solo opto por decir que esta es su especialidad.

Ella, una de mis tres únicos amigos, toda una pelirroja salvaje, desenfrenada y sin limites, que no sigue ninguna regla más que las únicas tres reglas que ella misma lleva.

"No quedar embarazada, entrar a la universidad y disfrutar la vida mientras su cuerpo siga esbelto.

Marlene no es una chica que se quede con la boca cerrada cuando alguien la insulta, ella también está en el equipo de béisbol de la escuela, es muy buena con el bate, incluso mejor que yo, pero jamás lo acepta, dice que ese no es su territorio, el lugar de ella está en la calle, en los bares y antros de la ciudad, ahí con los chicos malos, la escuela es mi territorio según ella, Marlene tiene el cabello corto, con mechones largos por delante, mide lo mismo que yo a excepción de que ella tiene un cuerpo con medidas envidiables, 90-60-90.

Mía, otra de mis amigas, es muy diferente a ella, demasiado diría yo, ella es más dulce y amable, su cabello es rubio y es tan largo que le llega incluso más allá de las caderas. No es tan sexy como Marlene, pero es muy atractiva, sin embargo tiene un gran defecto: 

LOS CHICOS

Y no cualquier chico, no se fija en los listos o los románticos, su fuerte son los deportistas guapos y muy atleticos, todo se debe a que es parte del equipo de "porristas" de la escuela, que esconden lo que realmente son bajo el nombre de gimnasia sincronizada, ni siquiera sé si eso en realidad exista, sin embargo, a pesar de ser  atractiva, le cuesta mucho trabajo tener una conversación con los chicos, es por eso que siempre se oculta detrás de su faceta de niña rica. Aunque muchas veces me eh preguntado:

"¿Qué esconderá detrás de ese rostro de Chanel?"

Por poco y no contábamos llegar a tiempo, pero lo hicimos, como siempre en el último minuto. La clase no era de lo más interesante para muchos, pero para mí era espectacular, los números siempre han sido mi especialidad, aunque lamento mucho que la puntualidad lleve números, porque hace que me contradiga.

Atrapasueños "El Comienzo de una Pesadilla"Where stories live. Discover now