Cartas

3era Carta a mi mejor amigo

Empiezo esta carta con una gran alegría y sin embargo pienso que la terminaré con demasiada melancolía.

Hoy fue uno de los mejores días.

Cuando iba de camino al trabajo y pasé por aquella casa en la que te vi ese día tan triste, deseé volver a verte.

Y aún no me lo creo...

Estabas ahí, conmigo, en mis clases particulares.

Cuando me lo dijeron, huí en el cambio de salón para no verte y lo logré.

Ya para el segundo cambio, cuando te ví bajar la rampa mi corazón se detuvo.

Automático me escondí, como una niña cuando sabe que su mamá la castigará.

Entre a mi salón, a pesar de que no era hora.

Y la maestra me sacó, fantástico...

Entonces decidí irme a comprar unas galletas, sabía que me habías visto pero tenía que esconderme.

Aún no estaba preparada para tu reacción.

De los nervios, mis manos temblaban. No podía insertar el dólar dentro de la ranura de la máquina.

Mucho menos lo pude hacer cuando estabas al lado mío.

Te dije: "No me mires así, me haces sentir nerviosa."

Respondiste: "¿Qué te sientes nerviosa? Suelo provocar eso en la gente."

Nunca dejabas atrás tu ego.

Me alegré tanto cuando me diste un beso en la mejilla, que no pude soportar más y te abracé.

Me hizo sentir más feliz el hecho de que respondieras a mi abrazo, el que tuvieras una sonrisa por verme.

Sin embargo esa felicidad desapareció, cuando te fuiste.

Y senti como mis ojos se llenaban de ese líquido traicionero que se derrama cuando no debe, pero no, no iba a llorar.

Así que respiré y sonreí.

Me dolió el saber que después de todo este tiempo sigues siendo mi controlador.

Tú controlas mis emociones.

Si te veo mi alegría es tan plena y cuando te vas me siento tan miserable.

Intento en la soledad no necesitarte y cuando creo que lo logro apareces y derrumbas todas mis convicciones.

Siento como si nos quisiéramos alejar pero la vida se encarga de hacer que nos veamos.

¿Será una señal?

¿Aún eres mi mejor amigo?

¿Aún eres en quién más confío?

¿Aún me amas?

Demasiadas preguntas sin respuestas.

Te extraño tanto.

Mis días no son lo mismo sin ti.

A penas me río, cuando contigo era un mar de lagrimas por la risa que me provocabas.

Siempre te pido lo mismo, vuelve.

O mejor no vuelvas...

Como dijo alguien a quién amo: "No regreses porque voy a lastimarte como lo hiciste tú."

Pero el problema está ahí, siempre estuvo ahí.

Donde tú sabes que yo jamás te haría daño, eres algo tan importante de mi.

Tienes mi corazón contigo.

Que siento que si te lastimo a ti, me destruyo a mí misma.

Tal y como dicen: "Hay amores que consumen..."

Sin embargo a pesar de todo esto.

Me encantó verte, me encantó poder volver a tener una sonrisa verdadera.

Me encantó poder volver a abrazarte, el volver a sentirte cerca.

Mi idiota preferido, con el ego más alto del mundo.

¡Ups! Ya estoy llorando, me despido.

Al final tu ausencia en mi vida, sigue doliendo.

Te amo tanto Alex...

Carta guardada en un cajón.