El águila mayor y el canario negro (Altaïr Ib-la-ahad)

Capitulo Uno

Fortaleza asesina de Masyaf, Siria.

En la biblioteca de la fortaleza se encontraban dos asesinos hablando mientras el tercero leía de un libro en el que se resumía todo a cerca de los asesinos y sus objetivos, cuando la puerta se abrió y todos se giraron a ver quién había entrado.

Mairo, un novicio que casi nunca se encontraba en la fortaleza. A pesar de que casi nunca le asignaban misiones, pero siempre estaba fuera del lugar. Al-mualim siempre se refería a él como un espíritu libre.

-Hola Mairo- Le saludó Kadar, el hermano de Malik. Mairo simplemente alzó la mano y le acarició un poco el cabello en silencio. Altaïr le observó de pies a cabeza: su traje era blanco como el de él, llevaba unos brazaletes de cuero marrón que ambos llevaban hojas ocultas, un lazo azul oscuro y no tenía cortado el dedo anular.

Fue el único que se negó a que le cortaran el dedo porque según él era una estupidez. Al-mualim siempre le había apreciado y accedió a no cortarle el dedo, sin embargo tuvo que convertirse en su más fiel ayudante, más incluso que Altaïr y... Estaba algo celoso.

-¿Le conoces?- Le preguntó Malik a su hermano pequeño. Este asintió.

-Es muy callado, pero es amable- Respondió. Los tres le vieron ojear las estanterías hasta que un libro se cayó encima de su cabeza y le hizo retroceder torpemente. Altaïr le miró con expresión interrogante.

-¿Estás bien amigo?- Le preguntó Malik desde la mesa en la que leía.

-S-sí...- Respondió Mairo carraspeando la garganta. Recuperó la compostura y salió de la biblioteca caminando cabizbajo.

A los minutos de que desapareciera por la puerta, uno de los asesinos entró por la puerta y se acercó a Altaïr.

-El maestro quiere verte- Desde que le bajaron a novicio no tenía ganas de hablar con el maestro, pero no le quedaba de otra que ir. Se puso recto y fue en dirección a la oficina donde se encontraba Al-mualim repasando algunos planos.

-Ah, Altaïr pasa, hijo mío- Dijo -¿Donde está este muchacho...?- Susurró.

-¿Quien maestro?- En ese momento escuchó unos pasos subir las escaleras encontrándose con Mairo bastante agitado.

-Si-siento llegar tarde maestro...- Se disculpó el chico mientras trataba de recuperar la respiración.

-No tiene importancia, muchacho. Acércate- El mencionado se acercó hasta quedar al lado de Altaïr -Dado que ahora los dos sois novicios, compartiréis las mismas misiones. Malik tiene información de vuestro objetivo. Una vez os de la pluma iréis a la ciudad para acabar con él, ¿entendido?

-Si maestro- Respondió Mairo antes que Altaïr. Hizo una pequeña reverencia y fue en dirección a la salida donde se paró a esperar a Altaïr. Este le rodeó y siguió su camino adelantándole.

-¡Espera!- Le gritó Mairo detrás, cuando Altaïr se giró a verle carraspeó la garganta y se echó para alante la capucha cubriendo su rostro -N-no vayas tan deprisa.

Altaïr puso los ojos en blanco y siguió caminando hasta llegar a la biblioteca, donde Malik les atendió.

-Tienes una misión para nosotros ¿verdad?- Preguntó Altaïr.

-Sí, se llama Farid Ghassân (100% inventado).

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Nana: Quiero aclarar que esta historia no va a ser fiel al videojuego→ Kadar no ha muerto pero Malik si ha perdido el brazo. Altaïr si puso en peligro a la hermandad y esa es la razón por la que le bajaron a novicio.

Nana~