Ahí estaba Jack, con sus manos embarradas en sangre, que obviamente, no era suya, la habitación apestaba a putrefacción pero ese no parecía ser problema para el, quien parecía estar divirtiéndose. En el suelo se podía apreciar a la familia Connor o bueno...lo que quedaba de ella, ambos con un corte limpio y profundo en su yugular y marcas de cuerdas en sus brazos y muñecas que indicaban que se resistieron en su momento pero sin éxito aparente, las cuerdas habían sido retiradas por el mismo Jack quien ya no las vio necesarias. Se acercó al cadáver de quien en algún momento fue su progenitora quien era una mujer entre 36-40 años de pelo castaño color que Jack habia heredado de ella, también ella poseia unos lindos orbes verdes ahora mirando a el vacío
-Ya no puedes gritarme que no sirvo para nada- exclamó el peli-rubio mirándola con desdén, luego se dirigió hacia su padre, un hombre que igualmente tendria unos 36-40 años de pelo negro azabache y orbes azul oscuro que igualmente observaban lo inexistente, Jack había heredado su color de ojos. Se apresuró enojado y le gritó
-¡¡Ya no puedes golpearme!!- Al decir eso una delgada lágrima calló por su orbe izquierdo silenciosamente, sería la última que derramaria, rápidamente cambió su expresión dolida a una sonrisa bastante retorcida
-Si me disculpan, tengo cosas que hacer- Se alejó lentamente de sus padres y se dirigió a un recipiente de gasolina
-A llegado el momento de despedirse, no lloren por mi, nos volveremos a ver, en el infierno jajajajaja- Reía sin preocupación por ser oído por terceros, estaban en el sótano de su casa por lo que no lo podían escuchar sus vecinos. Vertió la gasolina al rededor de sus padres y con suma calma mencionó
-Creo que fue mala idea hacer el sótano de madera, padre, jajajaja- Luego de acabar de vertir la gasolina sacó un fósforo de su sudadera y lo prendió con la respectiva caja de dicho fósforo
-Saluden a Satanás de mi parte, hijos de puta- Jack había caído en la demencia, ya nada quedaba de ese joven tímido y sumiso, que siempre obedecía a sus padres, quiénes siempre le dijeron que había sido un error, un fallo, una carga. Tantos años aguantando los gritos de su madre y los golpes de su padre ¿Por qué nunca le dió un aviso a la policía? Fácil. El creía que le gritarian con odio como hacia su madre y luego lo golpearian, como siempre hacia su padre, Si, estaba bastante trastornado tanto que la idea de hablar con adultos le aterraba tal vez por eso jamas se habia animado a contarle siquiera a un maestro su complicada situación familiar tampoco interactuaba con sus compañeros por lo que nunca pudo desahogarse con alguien, guardando ese odio por años pero todos tienen un límite. Se llenó de odio y perdió la cordura.
Tiró el fósforo a el gran charco de gasolina y subió rápidamente la escalera luego de esto se fue por la puerta principal de lo que en algún momento fue su "hogar".
-Hasta nunca- Fue lo último que dijo antes de marcharse para no volver jamás ¿Qué fue de el? Nadie sabe, la policía nunca dió con el y la información que trataron de recopilar sobre el de sus compañeros de curso era casi nula ya que nadie se juntaba con el. Algunos dicen que se suicidó por cargar con la culpa otros dicen que se volvió asesino. Dime ¿Qué crees tú?.
