Cuarto Año

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Al acabar la graduación de su tercer año de secundaria, el jóven Zach y su familia van de regreso a su casa donde los espera un almuerzo de celebración por su recién obtenido título.
-¡Sorpresa!-, gritaron todos de tal modo que hicieron que el torpe y pequeño Zach se asustara y tropesara sobre la minúscula grada que está justo al entrar a su casa.
_-¡Cuidado muchacho te vas a lesionar, y lo último que quiero es comer lasaña en el hospital!- Dijo su padre Josua con ojos de que podría devorarse el solo un arsenal de porciones de lasaña.
-Gracias por arruinar mi sorpresa.- dijo la madre de Zach.
-Perdón pero es que esas ceremonias de graduación son muy extensas y pues algo aburridas también.-exclamó su papá.
-Deberías de estar un poco más alegre por el título de tu hijo- Dijo a regañadientes la madre de Zach.
-¡Ya!, no peleen- dijo la hermana mayor de Zach, Ash.
-¡Esta bien!-, replicó su madre indignada mientras se dirigía a la cocina.
Después de ese pequeño incidente procedí a sentarme en una silla café que estaba en la sala de estar la sala estaba llena de mis familiares más cercanos como: mi hermana mayor con su prometido, mi hermano menor que estaba sentado en una esquina jugando con sus autos de carreras, que por cierto, algunos fueron míos y yo no lo recordaba hasta ese momento, (ya sé, tengo muy mala memoria, pero volviendo al tema), los padrinos de mi hermano también estaban allí y algunos amigos de mi mamá y mi papá.
-Toma-, me dijo mi hermana,-ábrelo-.
Cuando lo habría ví que cayó un pequeño chocolate que de seguro estaba en la envoltura y como la cautela no es uno de mis dones como se darán cuenta, se desplomó en el suelo y pues como es de esperarse, estaba roto como en 13 partes; procedí en abrir mi regalo, que era como presentía siempre que recibía un regalo, medias y una camisa verde agua, que a mi parecer era muy linda, pero que mi madre por alguna razón psicótica detestaba que yo usará, "parece que la sacaste de debajo de tu almohada" como sea.
Noté que no era el único regalo, habían por lo menos unos 5 más y desde antes de siquiera palparlos podía saber que habían medias en su interior, lo cual no me extrañaba ya que era una costumbre en mi ciudad al parecer.
Por fin, llegó el momento más esperado por mi y por supuesto por mi papá, aunque creo que hablo por todos cuando digo que nadie hace la lasaña tan deliciosa como mi madre, (aunque tal vez la madre de mi mejor amiga también la haga así de bien) todos nos arremolinamos en la mesa como una manada de leones acechando a un indefenso antílope, con la diferencia de que íbamos a usar cubiertos.
Empezamos a comer y todas esas conversaciones acerca de las vacaciones pasadas, el costo de estar en una universidad o incluso de como se castra un cerdo, cesaron por lo menos hasta que todos estuviéramos tan repletos como una tienda de abarrotes en un "black friday", al cabo de unas dos horas empezaron a irse los invitados, los primeros en irse fueron los amigos de mi padre y a la siguiente hora los amigos de mi madre; al cabo de media hora los padrinos de mi hermano y el novio de mi hermana se fueron, los primeros porque tenían el cumpleaños de uno de sus sobrinos y el novio de mi hermana porque tenía que ir a estudiar para su pasantía, al final solo quedamos mis hermanos, mis papás y yo, aunque como a eso de las 6pm mi hermana se fue a su "exhaustivo" trabajo en el banco.
Asimismo, entré a mi habitación con mis regalos y envoltorios rotos los cuales tiré a un lado de mi cama, luego me cambié de ropa y me recosté a revisar mi celular, tenía como 300 mensajes y la mayoría eran fotos mías o conmigo que me habían enviado mis amigos por la graduación, y digo me enviaron porque mi celular en ese momento no era el mejor en cuanto a cámara y pues la verdad a mi no me gustaba nada ese celular pero era lo único que tenía en ese momento, y aunque yo tierna pero ilusamente tenía la esperanza de que mis padres me regalarían uno mejor para navidad, pero eso obviamente no pasó.

Pasaron los días, uno y otro y otro, la verdad no recordaba lo aburridas que podían ser las vacaciones de verano, pues el año anterior había tenido que estar estudiando dichas vacaciones para poder recuperar algunas asignaturas que reprobé y que por ende si no aprobaba tenía que volver a concursar ese mismo año otra vez, y no siendo suficiente tendría que soportar todos los extensos discursos sobre mi falta de cuidado y de interés hacia mi futuro.
En lo que a mi pareció fueron los 15 días más largos de diciembre hasta que llegara el día de acción de gracias que es como de mis fechas favoritas, creo que la de cualquier persona. Como es costumbre mi madre preparó la cena de navidad, esa ves comimos cerdo al horno, castrado por supuesto, y como es de esperarse no quedó nada, nos fuimos a dormir tarde, todos excepto mi hermano menor porque el dice "sino santa no me traerá nada de lo que pedí", creo que ese niño tiene más razón de la cree tener, era la mañana siguiente, y lo primero que causó una interrupción repentina a la tranquilidad de la mañana fue el grito de felicidad de mi hermano pequeño, entonces todos sabíamos lo que había pasado menos él por supuesto,
-Santa dejó nuestros regalos en el árbol, ven a ver, hay regalos para todos-, me decía con exaltación mientras me llevaba a rastras hasta la sala para ver lo que "santa" había dejado; en efecto, habían regalos con el nombre de todos y mi hermano ya había hecho una pila de los que eran de su posesión, en seguida llegaron mis papás y mi hermana a ver lo que pasaba, mi hermano nos sentó a todos y empezó a repartir,-este es tuyo y este otro es para ti y este es mio-, me dió una caja que era muy grande para ser el "Nexus" que yo quería y muy cuadrada para que hubieran medias, entonces con fascinación e incertidumbre empecé a abrirlo y cuando lo ví no pude esconder la gigante sonrisa que estaba en mi palido rostro,-¡Es un mini_dron!-, exclamé con mucha emoción.
No tengo la menor idea de porque ni de como se dieron cuenta de que me gustó ese dron el día que lo ví en la tienda que está en el centro comercial de mi ciudad, evidentemente no era el Nexus pero aún así era un excelente regalo y pues la verdad eso mejoró y me distrajo la mitad de mis vacaciones, y digo la mitad por lo que está apunto de suceder.

Las Caras del AlmaWhere stories live. Discover now