Steve siempre ha gustado de la idea de tener un hermano menor con quien jugar o una hermanita a quien defender cuando suceda algo, le gusta la idea de compartir una noche de películas o videojuegos con alguien menor a él y que no sea algún primo sino un hermanito/a pero, lamentablemente es hijo único y no tiene ni un perro que le ladre. Patético.
Son las 9 de la mañana de un sábado cuando tocan a su puerta y él, recién levantado y con un genio de los mil demonios, tiene que ir a atender porque no esta sus padres, novedad. Va a maldecir a la persona que esta interrumpiendo en su casa y de seguro a llamar a la policía por hostigamiento, muy drástico pero así es Steve. Esta a punto de tirar el primer insulto y se detiene con el enojo bajándole por la traquea, pasando por el esternón y llegando al estomago donde es quemado increíblemente rápido y desapareciendo al instante como llego ¿Por qué? El chico que ama esta al frente suyo sosteniendo una bebé, su bolso y la pañalera mientras trata que la bebé quedé tranquila. Falla.
-Un poco de ayuda no vendría mal ¿Sabes?- estaba tan metido en sus pensamientos que se olvido por completo. Estira los brazos y toma a la bebé mientras que Jonathan entra a la casa. Steve cierra la puerta con la bebé en sus brazos dándole cariño y mimos. Camina hacia la sala y encuentra al otro chico con un biberón en la mano dirigiéndose donde están su novio y la bebita.
-¿Tienes hambre, bebé? -pregunta con un tono meloso.
-Gracias por preguntar, cariño, pero no me gusta la leche. -contesta y Jonathan lo mira de mala manera.
-No te lo decía a ti. -esta tan serio y con mala manera que Steve se carcajea. El más bajo coge a la niña en sus brazos y se la lleva al sillón donde se sienta, la acuesta en sus brazos cruzados y coloca el chupón entre su pequeña boca, la abre y comienza a chupar para conseguir un poco de leche.
Steve lo mira mientras va donde él, siempre le ha gustado la idea de un día ser padre de un pequeño a quien cuidar y amar con todo su corazón además de compartir ese momento con su pareja, a quien imaginaba desde pequeño a una bella mujer pero ahora sus gustos han cambiado y le gusta las pollas, con quien llegara a viejitos y verán a sus nietos nacer. Suena hermoso.
El ver a Jonathan con un bebé en brazos mientras le da el biberón y murmura halagos a la pequeña criatura, es adorable y lo esta amando con todo su corazón tanto así que busca la cámara que le regaló para Navidad y toma una foto. Es adorable pensar que en algún momento en un futuro ambos puedan llegar a ser esposos y adoptar un bebé.
"Me estoy creando una película completa en la cabeza."
Jonathan al notar el sonido de la cámara gira a ver a su novio, esta sonriendo tan embobado y enamorado que no puede sentirse tan alegre, él era el rarito que nadie quería en el instituto y ahora es amado por la persona menos pensada.
-No quiero romper esta hermosa atmósfera pero me podrías decir de donde sacaste a la bebé. -dice Steve aún con la sonrisa en su rostro.
-Una amiga de mi mamá vino a la ciudad y estaría ocupada todo el día, le pregunto si podía cuidarla y dijo que no, así que decidí que haría de niñero. -se detuvo para quitar el biberón de la bebé que yacía dormida en sus brazos. -dijo que me pagaría y como hoy no tengo que ir a trabajar pues acepte con gusto.
Harrington escuchaba atento lo que estaba contando. Pregunto. -¿Cómo se llama?
El más bajo sonrió antes de darle la respuesta. -Leyla.
-¿Y por qué sonríes? -pregunto extrañado por la actitud.
-Porque siempre me ha gustado ese nombre. -respondió con simplicidad. Steve se paro para ir a la cocina y en camino siguió hablando.
-Leyla Harrington Byers o Leyla Byers Harrington. -dice y Jonathan se sonrojo.
Abrió la puerta de la nevera y saco un pedazo de pizza de la noche pasada, cuando se va a llevar el pedazo a la boca las luces comienzan a parpadear. Pero lo deja pasar y comienza a pensar sobre su vida con Jonathan, tal vez cuando salgan del instituto y terminen la universidad se mudarían a New York donde trabajarían y tendrían un bonito y cómodo departamento, pasarían sus fines de semana juntos mientras ven películas y se acurrucan en el sofá del salón y...
-¡Steve! -el grito de Jonathan hizo que saliera del trance. Steve soltó la pizza, salió corriendo a la sala y pudo ver al más bajo mirando la televisión con ojos llorosos sujetando a la bebé quien solo mira directamente al chico tal vez preguntándose que le pasa. Camina hacia él y coge a la bebé porque piensa que en algún momento Jonathan se va a desmayar. La mantiene en su pecho y esta se gira para ver al otro que sigue impactado.
Steve se acerca y pone la mano en su hombro preocupado por su novio. Y pregunta. -Jonathan ¿Qué pasó?
-Nada, solo mi imaginación jugándome una mala pasada. -contesta pero Steve le cree, no muy seguro.
El más bajo mira al otro, camina hacia él y se tiene que estirar un poco por la diferencia de altura terminando dándole un beso en los labios. La bebé mira la escena atenta y comienza a reír a carcajadas mientras aplaude.
Steve sonríe en el beso y se separa. Dirige su atención hacia la bebé y le da un beso en la cabecita. -Que atenta eres, corazón.
"¿Steve seria un buen padre?..."
Jonathan se detiene un momento a pensar, después de pasar la mayor parte del día en la casa de Steve junto a la bebé (la cual se quedo dormida en el pecho de su novio), en como quiere pasar su vida junto a su novio y salir de aquel pueblo a una ciudad que no este habitada por un monstruo y el miedo a ser atrapado. Eso quiere: sentirse a salvo y si esta con Steve Harrington entonces seria mucho mejor porque esta a su lado y se siente protegido solo con él.
Observa como la bebé se va despertando y lo primero que hace es coger con su manito un mechón de cabello de Steve jalando haciendo que se despierte y este, aun adormilado, le da un beso en la naricita de la pequeña criatura, Jonathan coge su cámara y toma una foto.
El pelicafé comienza a reírse a la vez que Leyla, tienen su momento y parece que se agradan mutuamente. Steve la alza sobre él y hace sonidos como de avión haciendo que las carcajadas de la bebé se escuche por toda la habitación, hay juegos y risas, y Jonathan se responde internamente a su pregunta inicial.
"Seria un excelente padre."
----------
me imagine a jonathan tomando-le una foto a steve así