♚ jjk ♚

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—Caricias falsas es todo lo que te puedo dar —sus largos dedos acariciaban la destruida miseria en la que se sumergía el chico de cabellos azabaches.

—Puedes quitar este dolor, más sin embargo decides abandonarme —sonrió ameno a la frágil sonrisa que la chica le brindaba.

Ella se alejó lo suficiente para que el azotador invierno volviera a ser notado, poco a poco se posicionó a centímetros de la puerta, cerrándola lentamente, bajo la mirada de suplica que el chico mantenía, con la esperanza que ella lo dejara entrar y pudiera sanar sus heridas.

—¡Te necesito! ¿No puedes entenderlo? —Interpuso su bota llena de sustancias ya secas de la noche anterior, la chica solo pudo poner más fuerza para que él se alejara—. ¿Es así como me abandonas?, ¿me dejarás por ese imbécil, NamJoon?

Sus ojos rojos por la falta de sueño, el color morado verdoso bajo su ojo izquierdo, producto de una paliza días anteriores, su cabello oscuro enmarañado y sucio en ausencia de un baño daban un aspecto completamente aterrador y psicótico, no había forma de creer que, él, Jeon JungKook fuese el mismo chico de que, meses atrás ganaba el campeonato de basquetbol y levantaba en alto el trofeo más codiciado en la región de Massachusetts.

—¡Para, JungKook! —Ella le suplicó, él alejó su bota y la puerta fue cerrada frente a sus narices dejándolo completamente solo en la acera bajo la oscura noche.

Sus manos iban directo a su cabello, jalando de él como sinónimo de frustración, su ira engrandecía a cada paso que daba, las ganas de gritarle, incluso golpear la puerta hasta que ésta caiga y pueda ir tras de ella, eran grandes. Tentadoras.

Sin ver a los lados, comenzó a correr, lejos, lejos de ella y las malditas migajas que le ofrecía como amor, lejos de la codicia de poseer sus labios y llevarlos hasta cada centímetro de su cuerpo, incluso más allá de todos esos recuerdos que ahora llegaban de golpe a su mente. Quiere olvidar que existe y que la chica que corría a él y le sonreía después de cada entrenamiento no se encontraba en brazos de otro.

Tanteó su chaqueta negra, buscando su móvil entre los bolsillos llenos de cosas que no sabía cómo habían terminado allí, lo encontró y, entre ajetreos logró teclear el primer número que aparecía en la lista de contactos.

¡Son las putas tres de la madrugada, JungKook, no me llames ahora! —El joven de ojos oscuros sonrió ante la contestación de su amigo.

Necesito más, TaeHyung, necesito olvidarla —paró su caminata al darse cuenta qué tan lejos estaba.

JungKook, ella...

—Estoy cerca del bar, te veo en unos quince minutos —colgó.

Miró al cielo, las luces amarillas de los faros, el olor a tierra mojada y la luna eclipsada por tantas nubes lo llevaban a la nostalgia, con el dolor pasando por su garganta como cuchillas afiladas.

No huyas de mí —corría tras la rubia de sedosos cabellos, ella reía y cuando lo hacía, sus ojos desaparecían, mostrando una hermosa sonrisa con dos hoyuelos adornando sus mejillas.

Nunca me iré de tu vida —enlazaba sus brazos alrededor del pelinegro, sellando su promesa con un efímero beso.

—Si me dijiste que nunca lo harías, ¡¿por qué me abandonas?! —Gritó con furia a la nada, sintiendo su sangre arder dentro de sus venas, llenándolo de una sensación de vacío que solo una vez en la vida se experimenta y es tan desgarradora que, muchos la llaman ''la muerte en vida''.

Y es así como JungKook se sentía ahora, frente a la barra del club nocturno en el que se encontraba, giraba su banco a ver a cada persona que se encontraba en ese lugar, perdiendo sus vidas.

Y la sensación de querer hacerles daño volvía, sentir que su soledad se llenaba a costa de otros, le daba un efecto alucinógeno en donde no existía ningún corazón roto ni la sed de compañía.

Pudo ver en la entrada al pelirrojo con unos lentes solares puesto y una gorra hacia atrás dirigirse a él, le sonrió y levantó su mano a forma de juego, el alcohol empezaba a dar efecto y eso lo hacía feliz.

— JungKook —TaeHyung se dirigió al chico, pudo observar la imagen decrepita de la persona frente a él, no era ni la sombra del hombre que era su mejor amigo.

¿Cómo pedirle que se mantenga de pie después de todo? Inhumano era de su parte pedirle que la supere.

—Viejo, en la mesa de la esquina hay una chica muy buena, vamos —palmeó el hombro del recién llegado.

—Es mejor que nos vayamos —intentó atraerlo a él— necesitas dormir y, por tu olor, también un baño —le sonrió de lado, alejando un poco su rostro del fétido olor que provenía de su amigo.

—Acabas de llegar, no seas aguafiestas.

—Estás muy mal.

—¿Mal?, ¡Estoy de maravilla! Mi novia me ha dejado, ¿Qué más le puedo pedir a la vida? ¡Claro! Más drogas.

A cualquier sitio que mirara, ella estaba allí, mostraba una sonrisa a su alrededor, la mantuvo aun cuando TaeHyung decidió marcharse enojado por su terquedad, incluso cuando le dijo que dejaría de ayudarlo a conseguir su bendita medicina. No le importó nada hasta que por fin entró al baño, abrió la bolsita cristalina y de ella sacó el paraíso.

Inundarse de fenciclidina* era la mejor medicina ante el dolor y tenía un efecto eterno, subiéndolo a las nubes y llevándolo a tierras prohibidas, se miró al espejo, una sonrisa ladina apareció y el dolor se esfumó, la fiesta empezaba y continuaría hasta el final.

Tambaleándose entró a la jungla de diferentes especies que buscaban la compañía ante esta soledad que los carcomía, fue directo al cuello de una de sus victimas y poseyó de ella lo más preciado que podía conseguir; su vida.

Porque estando drogado ya no existía dolor, no había nada más que diversión y una inmensa sed de fiesta.

Ya no estaba en su mente la imagen de su novia tirada en el suelo, con sangre en sus labios ni sus manos estaban manchas de rojo, ya no dolía verla en su funeral, acostada y sin vida.

Ya no dolía saber que la noche anterior, le deseó la muerte al lado de su amado, que resultó ser quien le quitara la vida.

Ahora ya no buscaba ser salvarlo, solo quería morir para estar con ella.

La vida es una mierda si no estás en ella.


Fenciclidina : Es una usada como agente anestésico que posee efectos y neurotóxicos. Se le conoce comúnmente como Polvo de ángel, Hierba mala o Píldora de la paz.

 Se le conoce comúnmente como Polvo de ángel, Hierba mala o Píldora de la paz

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Espero les haya gustado, me encantaría mucho si comparten su opinión ♥ 

Gracias por leer :)

FENCICLIDINA ; JKWhere stories live. Discover now