Julian Weilg *La Cafetería*

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El recuerdo de Sarah caminaba a cualquier lugar al que iba, la cafetería a la que íbamos a desayunar, el cine donde vimos nuestra primera película juntos, la casa donde vivimos tanto tiempo. Ahora era un martirio estar en cualquier lugar.

Nunca pensé que dejarla ir para que siguiera su sueño de modelo fuera tan duro, pero definitivamente la gota que colmó el vaso fue verla un mes después de nuestra ruptura con un actor americano. Eso me hizo polvo.

-Vamos Julian, no puedes seguir asi ella está en América a 7.861,09 km de distancia de ti- dijo Marco intentado animarme.

-¿Cómo sabias cuantos Kilómetros hay entre Estados Unidos y Alemania?- pregunta Mario un tanto desconcertado.

-no lo sabía, lo acabo de buscar por internet- responde Marco mostrándonos la pagina de internet en su teléfono, todos soltamos una carcajada.- ven mi plan funciono, lo hicimos reír.

-paso uno completado- dice Auba entrando a la conversación.

-¿Cuál es el paso dos?- preguntó

-conseguirte una cita- responde Mario.

-sabemos que no será fácil, pero igual te divertirás un poco- dice Marco con un tono pícaro.

Al principio me negué rotundamente, no quería entrar a una página de citas por internet para quedar con una desconocida. Lo que yo ignoraba era que mis amigos ya me habían creado un perfil en Tinder y ya habían planeado una cita con una chica llamada Melaní.

Quedamos en reunirnos en una cafetería cerca del estadio y los chicos estarían unas mesas alejados para sacarme de ese lugar en casi de que la cita fuera asquerosa.

Hasta ahora era totalmente mala. Melaní, resulto ser una modelo, algo que irremediablemente me recordaba a Sarah, que no paraba de hablar de las nuevas tendencias o de mostrarme las últimas fotos de su Photoshoot.

Y los chicos parecían divertirse con la escena, pues por más que les había escrito para que me sacaran de allí ninguno de ellos se movía de la mesa y siempre que los miraba estallaban en una carcajada.

-¿es usted Julian Weilg?- pregunto nuestro camarera, después de traer nuestros pedidos.

-si, ese soy yo- respondí, estaba casi seguro de que me iba a pedir alguna foto o un autógrafo.

-es que tenemos una llamada para usted en el teléfono del restaurante, dicen que es urgente- ¿Qué diablos? ¿Por qué alguien me llamaría al teléfono de un restaurante?- ¿vas a contestar?

Decidí seguir a la chica, no muy seguro. Cuando llegamos a la barra, ella soltó una pequeña carcajada.

-¿Dónde esta teléfono?- pregunte incomodo

-no hay teléfono- respondió ella riendo un poco más fuerte.

-¿entonces, porque dijiste que...?

-bueno es que te llevo viendo con esa chica desde hace una media hora y podría jurar que estabas lo suficientemente incomodo como para querer salir de allí, asi que... te ayude- eso tenia todo menos sentido, pero aun asi se lo agradecía.

-gracias, enserio que eso es bastante incomodo, ¿Cómo sabias mi nombre?

-Juegas para el Dortmund, me encanta ese equipo.

-claro había olvidado ese pequeño detalle...- mire la placa que colgaba de su pecho y decía su nombre- Ana.

-ahora puedes ir a decirle a esa chica que tienes una cita de urgencia o que algo paso en tu casa y puedes irte.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Jan 21, 2017 ⏰

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