-Aléjate.-Susurra con calma. Mira abajo a sus dedos, moviéndolos.

Demonios, esta chica es confusa, inestable. Pero no tengo el suficiente tiempo para estar aquí perdiéndolo con ella. Erick y Cam deberían estar buscándome pronto en Dragon's. Tengo que sacarla de aquí y encontrarme con ellos para asegurarme de que hemos enmendado el asqueroso lío.

-Oye, ya te lo he dicho t...

-Me escuchaste.-Interrumpe, de nuevo con esa rigidez en su voz.- Dije. A.Lé.Ja.Te.

Ladeando la cabeza, miro su rostro. Como antes, no hay rastro de pánico en él, tan solo consigo captar un desafío en el brillo de sus enormes pupilas, y eso me deja irremediablemente intrigado. Está hablándome así en serio, ¿A mí? Si me conociera al menos un poco, estaría tragándose sus palabras ahora mismo... Una a una hasta dejar su garganta bien reseca. Ninguna persona viva me hablaba de esa manera. El último que lo hizo descansa sirviendo como combustible llameante en el Hades.

Antes de que me de cuenta, la chica se está levantando y dirigiendo hacia las escaleras. Las baja de dos en dos, ajena a nuestra extraña charla anterior. Me quedo atornillado al mármol, observando su delgada figura avanzar pero incapaz de moverme. Finalmente mis neuronas creo que solucionan el pequeño cortocircuito y vuelven a ponerse en marcha, porque mis piernas andan solas y me lanzo detrás de ella como un cohete encendido.

No está deteniendo su ritmo, así que grito. -¡Espera!- Maldigo de nuevo al tiempo que intento no tragarme ningún escalón en el intento.- ¡Detente!

Nuestros aligerados pasos hacen eco por la escalera, tronando a consecuencia de la carrera hacia abajo. Solo queda un piso para llegar al estacionamiento subterráneo, lo que reduce mis opciones de atraparla. Tengo que agarrar la barandilla y saltar por encima de ella para poder frenar por fin a la chica. Me encara entonces, sus ojos atravesándome con jodida impaciencia e irritación. No se acobarda a pesar de que en altura y corpulencia la supero con creces. Y eso hace que una mueca maliciosa se me escape.

-Ash no puede enviarte.-Dice.

-¿Y eso por qué?

-Me conoce, sabe que no tomaría jamás un camino con extraños. Desde luego, no con alguien como tú.

Arqueo una ceja y ahogo una carcajada.- ¿Alguien como yo?

¿Qué quería decir con esa mierda?

Aprieta sus labios, pero no contesta. Bien, porque estoy harto de su continuo descaro. Es agotador ir tras alguien como ella. Además, tengo un nivel bajo de tolerancia hacia las personas locas como esta chica. Alcanzo su brazo y lo sostengo con fuerza, asegurándome de que presiono justo en los lugares donde vi que la agarraba el chófer en su ataque en el parking. Noto que se estremece, a punto de gemir del dolor. Solo su orgullo la está salvando de que la oiga suplicarme que la suelte, así que acerco mi boca a su oído para disfrutar cuando susurro:

-No te haces ni remotamente una idea de lo que puede pasarte conmigo, pero te aseguro que los hombres con los que has estado esta noche son mucho más mortíferos.

Gruñe.-¿Me estás amenazando?

Dejo caer sus manos, separándome.-Piensa lo que quieras.-Entonces me encojo de hombros y empiezo a caminar en dirección al parking, hacia mi coche.- Solo sé que debes confiar en Ash lo suficiente como para seguirla hasta aquí, y por ende, debes hacerlo también en mi palabra.

Escucho otro gruñido bajo detrás de mí, después pequeños pasos constantes sobre mi espalda. Me vuelvo justo antes de entrar con una sonrisa un poco demasiado triunfante.

-¿Has cambiado de opinión?

La chica abrió la puerta del copiloto sin reparar en mi comentario –aunque se por el aspecto de su cara enrojecida que arde de la rabia- y se desliza dentro, no sin antes hacer resonar el portazo por todas las inmediaciones del hotel.

Insaciableजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें