No bajes la mirada princesa;se te puede caer la corona. [Park Jimin]

23. Esto es un total cliché.

Jimin está sentado en su cama mirándome con una sonrisa.
-Ven, siéntate- palmea levemente el colchón, indicando que vaya a su lado.
Obedezco sin decir más.
-Lo siento- suelto cuando estamos sentados frente a frente.
-¿Por qué?- ladea su cabeza sin entender.
-Debo estar causando muchas molestias- muerdo mi labio intentando hacer puchero. Me siento muy avergonzada.
-No te preocupes- acerca sus manos hacia mi cabeza. Enredé una toalla en ella para que mi cabello se secara- Se supone que debes secarlo tú, no seas tan perezosa- ríe deshaciendo el pequeño nudo, mi cabello mojado cae sobre mis hombros.
-¿Q-qué haces?- le preguntó algo nerviosa por su cercanía.
-Lo que a ti de dio pereza hacer- responde obvio. Toma la toalla comenzando a secar mi cabello desde la raíz hasta las puntas con mucha suavidad. Me parece un gesto dulce.
Al no saber qué hacer, comienzo a examinar su rostro. Me fijo en cada pequeño detalle.
¿Acaso Jimin no tiene porte de príncipe Disney? Porque, analizándolo más de cerca me lo parece.
-Se me va a caer el rostro- suelta aún secando mi cabello concentrado.
-P-perdón- bajo la mirada con la cara en un tono chillón. Seguramente mi expresión de atontamiento fue muy notoria.
Escucho que ríe, pero no levanto la mirada.
-¿Estás sonrojada Yeonnie?.
-¡Claro que no!- respondo inmediatamente alzando mi vista.
-¿Debería lanzarte un balde de agua? Tu rostro está completamente rojo- se burla felizmente.
-C-cállate.
Siento una mano bajar hasta mi mejilla, haciendo círculos con su pulgar. Me estremezco ante su repentino tacto.
-Tú también me gustas- suelta haciéndome sentir casi muerta. Esta persona va a matarme, lo juro- Y desde hace mucho tiempo.
-¿Q-qué? Pero tú tenías un amor no correspondido y...
-¿Nunca pensaste que esa chica podrías ser tú?- me interrumpe con sus dulces palabras.
¿Y-yo?.
-Pero cómo...ni siquiera hablábamos.
-No era necesario hablar contigo para saber que eras una gran chica.
El rubor de mi rostro está subiendo exponencialmente, pero es lo que menos debería molestarme en esta posición.
¿Como es posible que Park Jimin se interesara en una solitaria y aburrida persona como yo?.
-Es mentira- respondo negando con la cabeza- No digas ese tipo de cosas tan imposibles.
-¿Mentira? ¿Acaso mis sentimientos son mentira?.
-No lo sé- respondo inmediatamente.
¿Cómo podría creer que lo que dice es cierto?.
-Esto no es mentira SeolYeon. Me gustas- escucho como traga un poco de saliva antes de continuar-Me gusta que seas tan callada, que te cueste abrirte al mundo y que desconfíes fácilmente de la gente. Eres una persona que me gritaba en el silencio llamando fácilmente mi atención, el sólo hecho de verte en la escuela mejoraba mis peores días...¿crees que eso es falso?.
-Es que...parece imposible, totalmente cliché.
-Lo parece ¿cierto?- ríe nerviosamente.
-No entiendo que viste en mí para gustarte- digo algo decaída.
-Yo tampoco- ríe al ver que lo miro de mala forma- Yo tampoco sé decirte cuál de todas las cosas que me gustaron y ahora me encantan de ti ponerte como idea principal- se corrige.
-Tonto.
-¿Qué será?- ignora mi insulto- Puede ser tu personalidad tan seria, tu sonrisa escondida, o tal vez...¡tus algo rechonchas mejillas!- la mano con la que acariciaba mi rostro aprieta mi antes mencionada mejilla.
-¿Quién te crees? Yo también puedo jugar- subo mis manos hasta su rostro, pellizcando levemente ambos cachetes.
-Suéltame y te suelto- dice haciendo una mueca de dolor.
-Vale, vale- acepto ya que a mí también me está lastimando.
-Una...dos...¡tres!- nuestras manos se separan del rostro del otro. Logro ver cómo en un rápido movimiento Jimin baja sus manos a mi espalda atrayéndome hacia él.
Me abraza causando que mi rostro caiga en su pecho.
-¿Lo escuchas?- murmura suavemente.
-¿Qué cosa?.
-Mi corazón no se ha calmado desde que llegaste empapada.
-¿Ah si?.
-Cuando JiHyun me dijo que estabas afuera, mi pecho se aceleró como pólvora.
-Me pasó lo mismo- con un poco más de confianza escondo mi rostro en su pecho. De un momento a otro sus incesables y rápidos latidos se han convertido en mi sonido favorito.
-¿Sabes cuándo fue el colmo?- vuelve a lanzar otra pregunta.
-¿C-cuándo?- dudo al decirlo. No sé que pueda responder.
-En el momento que dijiste que te gustaba- escucho una tímida risa que me hace enloquecer.
-Aún no puedo creer que lo haya hecho- cierro los ojos, sintiéndome acurrucada y arrullada en su cálido pecho.
-¿Te arrepientes?.
-Por supuesto que no- respondo rápidamente.
Espera, espera, espera...paren el mundo. Estoy aquí, abrazando a la persona que se convirtió en mi mejor amigo; que me ignoró después, y que ahora dice que le gusto.
Me separo bruscamente, lo que causa sorpresa en el rostro de Jimin.
-¿Q-qué pasa?.
-J-Jimin, ¿qué es todo esto?.
-¿A qué te refieres?- cuestiona sin entender.
-Se supone que yo te era indiferente hasta hoy.
-Ah, ¿debería explicártelo?.
-Si, necesito urgentemente una explicación.
-Bien...todo empieza cuando comienzas a salir con Baek Ji Yoon y yo a acercarme hacia Go In Young. El tiempo estaba en contra de que tú y yo estuviéramos juntos...aún así yo quería cumplir mi promesa, pero, ¿sabes lo mal que me sentí al verte superarme tan rápido? Parecía que el tiempo pasaba y tú te ibas olvidando de mí. Me has hecho sufrir tanto, siempre que te veía con ese chico moría por ir y alejarlo de ti...pero a ti te gustaba él- baja su mirada algo decaído-Entonces puse en marcha mi plan para olvidarte, salí con esa chica, intenté conocerla, pero nadie se comparaba a ti- sube su mirada hacia mí-Cuando pensé que ya no había esperanzas, pues habían pasado tres semanas y tú no me buscabas, decidí rendirme...¿sabes lo difícil que fue ignorarte? Aunque yo trataba y trataba, tú siempre volvías a aparecer en mi punto de visión. Cuando pasaba tiempo con In Young sólo pensaba en ti- muerde su labio sin apartar su mirada- Lamentablemente creo que no pude superarte.
-¿Acaso sabes lo mal que me sentí desde que te alejaste?.
-¿T-te sentiste mal?.
-Claro, faltaba alguien a mi lado. Baek Ji Yoon sólo era cada día más aburrido porque tú siempre estabas en mi mente.
-¿Pensabas en mí cuando estabas con él?.
-Cada momento.
-¿Te hice sufrir?.
-Como nunca nadie lo ha hecho- siento un nudo en la garganta al soltar esas palabras.
-Lo siento tanto- pasa una mano por su cabello haciendo un triste puchero.
-Jimin- digo en un hilo de voz haciendo que ponga su atención en mí- ¿Podrías no superarme nunca?.
Mi pregunta causa que el entreabra sus labios intentando buscar una respuesta.
-Aunque lo intentara no funcionaría.
-No me superes, no intentes pensar en alguien más- niego con la cabeza. De seguro me estoy viendo muy egoísta.
-Eres y serás la única.
-¿Lo dices en serio?- pregunto ilusionada.
-Por supuesto que sí- suelta una tímida sonrisa- Tú, ¿me superarás? ¿Te olvidarás de mí?.
-¿Cómo podría olvidarte si eres la única persona que me ha robado tantas sonrisas?.
Me mira enternecidamente, noto que se acerca para tomar mi mano y no lo detengo. Hace mucho no tenía una dosis de esa pequeña droga.
Así somos.
Tan distintos como mar y tierra, tan opuestos como el negro y blanco. Tan diferentes, sólo rozando la línea de compatibilidad que nos une y nos mantiene juntos.
Esto es un total cliché.
-Entonces, ¿dónde voy a dormir?- pregunto cambiando de tema.
Sus expresión cambia a una preocupada.