-¿Y a vos quien te pregunto algo tarado?-le grité, por algún motivo desconocido aún, mi hermano mellizo tenía el poder de ponerme de muy mal humor con pocas palabras. Y he de decir que abusaba mucho de su poder.

-Bueno, bueno. Pero que humor que tenemos hoy-era evidente que se estaba burlando de mí.

-¡Piérdete idiota!-le gruñí antes de entrar a la cocina.

Allí estaba Emma alimentando a Alina. Me miró de manera extraña y con una sonrisa de lado, instantáneamente supe lo que sucedería a continuación.

-Oli… ¿Por qué no te sientas un ratito?-dijo palmeando la silla a su lado-Hace tiempo que no tenemos una conversación de hermanas-¡Y ahí esta! Emma no puede evitar ser tan… ella.

-¿De qué querés hablar?-pase por su lado pero seguí hasta la heladera en busca de algo para comer-¿De Mariano?-Mariano fue un novio que tuvo Em hace un tiempo y las cosas entre ellos no terminaron nada bien, por esa razón sabía que ella odiaba hablar de él.

-¡Olivia!-se molestó un poco ante mi comentario-Sabes muy bien de que quiero hablar, mejor dicho de quien-dijo moviendo sugestivamente las cejas.

-Está bien sis, si eso te hace feliz, te concederé un momento para tu genial conversación de hermanas-rodé los ojos y me senté a su lado mientras le daba una mordida a mi sándwich.

-¡Yeiii!-de no ser porque Ali está en sus brazos hubiera dado saltos de alegría.-Bueno contame.

-¿Qué es específicamente lo que querés saber?

-Todo Oli. ¿Ya son novios? ¿Es lindo con vos? ¿Te quiere? ¿Vos lo querés? ¿Ya tuvieron…?

-Wooo… ¡Para ahí!-ya sabía cuál sería su última pregunta-Y contestando a todas tus preguntas… Sí, sí, creo que sí, sí y… eso a vos no te importa.

-¿Cómo qué no? Me importa mucho. Soy tu hermana mayor Oli, y como tal es mi deber tener esta conversación con vos.-Por favor no, por favor no.-Olivia te lo tengo que preguntar-tapé mi cara con ambas manos, preparándome para lo que iba a decir Emma-¿León y vos ya… estuvieron juntos?

-¡Emma por favor! No voy a hablar de eso con vos.

-Pero Oli, soy tu hermana. ¿Si no confías en mí en quien vas a confiar?-en eso tiene razón, si no puedo hablar de esto con ella no lo puedo hablar con nadie. ¡Pero es que ese tema me daba mucho vergüenza!

-No…-me salió en un tono casi inaudible-León y yo todavía no hemos hecho nada.-Emma dio un suspiro de alivio-Ni León y yo, ni nadie y yo.

-¿Sos virgen?-grito y abrió sus ojos como platos.

-¡¡Cállate!!-la golpee en el brazo-¡Shh...! -podía sentir como mis mejillas me ardían de la vergüenza.

-No te avergüences Oli, eso está bien. Quiere decir que si esperas al chico correcto tu primera vez va a ser inolvidable-por algún motivo que no entendí, la sentí orgullosa. ¿Orgullosa de mí?

-¿En serio?-se levantó y dejo a Ali en su coche, luego se acercó a mí a me abrazó. Hacía tiempo que nos abrazábamos así, por alguna razón nos habíamos distanciado un poco. Y a no éramos  tan unidas como antes, hace poco más de un año atrás éramos muy amigas. Pero creo que ambas crecimos, tomamos rumbos distintos creo.

-Te quiero Oli, y estoy muy orgullosa de vos. Que te has respetar y no seas como yo-me separé un poco de ella y la miré a los ojos.

-¿Por qué decís eso?

-¿Te acordas de Darío?-hice un repaso mental de los amigo de Em y por allí apareció, Darío, era un chico de unos 17 años (hace ya 3 años) morocho, con unos ojos negros muy profundos que por algún motivo extraño a mí no me caía nada bien.

-S... Si ¿Qué pasó con él?

-Bueno… él y yo estuvimos saliendo un tiempo, y me juro amor eterno y esas estupideces que las mujeres enamoradas nos creemos. Después un tiempo me convenció de estar con él. Que no me dejaría nunca. Pero… nunca más lo vi-pude notar como en sus ojos se asomaban unas lágrimas.

-Em, no llores, por lo me contas ese idiota no vale la pena.

-No-dijo limpiando sus lágrimas-Ya pasó mucho tiempo y solo es un mal recuerdo, pero me robo me primera vez, yo quería que fuera especial. Pero a vos no te va a pasar lo mismo. Se ve que León es un chico muy bueno y te quiere mucho Oli, no lo pierdas-me volvió a abrazar y me dio un fuerte beso- Y si te lastima, yo misma lo haré sufrir- me hizo reír con su comentario, aunque en el fondo sabía que hablaba muy en serio.

-¿Vamos nena?-le dije a Ali, quien ya estaba lista en su coche para ir a la casa de León. No sé porque estaba un poco nerviosa. ¿Cuál sería la sorpresa que León tiene para nosotras?

Camine lentamente las pocas cuadras que nos separaban de su casa, Ali iba observando todo a su alrededor.

Cuando llegamos toqué el timbre y en pocos segundos León nos abrió con una enorme sonrisa en su rostro. ¡Por Dios que hermoso que es!

-Hola hermosas-se acercó a mí depositando un pequeño beso sobre mis labios y luego se agachó y levantó a Ali de su coche dándole muchos besos-Pasen-con Ali en brazos me ayudo con el bolso y el coche-Te extrañé-paso un brazo por mi cintura y me dio otro beso, pero esta vez fue más intenso.

-León, esta Ali-dije separándome de él.

-Pero ella no va a decir nada-la levanto en el aire-¿Verdad linda?

-Bueno, que me voy a poner celosa ¿eh?-bromeé y me senté en el sillón.

-No te preocupes amor, lo que hay entre Ali y yo solo es platónico ¿Cierto hermosa?-le dijo a Ali mientras le daba otro beso. Me encanta verlo con mis hermanitas, es tan lindo con ellas. Me da mucha ternura.

-Bueno… ¿Y nuestra sorpresa?

-¡Que curiosa que sos! Está bien, veni, acompáñame a mi habitación-me agarro de la mano y me llevo casi a la rastra. Abrió la puerta y sobre su cama se podían ver tres grandes osos de peluche, uno blanco que estaba sosteniendo un corazón entre sus manos que decía “TE AMO” y los otros dos eran rosados. Los tres eran muy hermosos.

-¿Qué es esto León?-dije intentando no llorar. ¿Olivia desde cuando sos tan llorona?

-Son caballos de madera-bromeó-Son osos de peluche amor, uno para vos y los otros para Ali y Nao-corrí hasta el blanco (di por sentado que ese era el mío) y lo abrace fuerte.

-¡¡Me encantaaa!!-dije riendo. Él hizo lo mismo.

-Veo. Me alegro que te guste. Los vi y dije ¿Por qué no?

-Gracias León. Te quiero-antes que pudiera pensar esas palabras habían salido de mi boca. León me miro fijo y sonrió.

-Decilo de nuevo, por favor-dijo casi en tono de súplica.

-Te quiero...

-Y yo a vos-se acercó a mí y me dio un beso. Pude notar lo feliz que estaba de oír aquellas dos pequeñas palabras, pero que iban cargadas de un sentimiento enorme.

Más tarde esa noche aquella escena daba vueltas en mi cabeza, mientras estaba acostada y abrazada a mi gran oso. Todavía no podía creer que lo había dicho. Se lo había dicho, lo quiero, lo quiero más de lo que yo misma podría imaginar.

En ese momento sonó mi celular, me fijé quien era pero me salía número desconocido así que no atendí. Lo deje sonar una, dos, tres, cuatro veces pero a la quinta atendí. Quizás fuera algo importante.

-¡Olivia! Menos mal que me atiendes, ya estaba desesperada. Estaba a punto de llamar a Benjamín.-conocí muy bien aquella voz de inmediato, era María, la tía de Sara.

-¿Que pasó María? ¿Le paso algo a Sara?

-Si Oli, ha estado con pérdidas. Está internada. Puede perder al bebé-dijo al borde del llanto.

-Quédate tranquila María, ya voy para ahí.

Todo por Ti © (#2) ✔ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora